Prácticas reprobables, como la corrupción, el engaño o los crímenes de guerra han existido en todas las épocas, pero cada una de ellas las ha visto –o permitido- desde su propio prisma.

El duque de Lerma pintado por Rubens
Robos, sobornos y pelotazos. La corrupción, que azota el sistema político en muchos países, no goza de buena prensa pero no siempre ha sido así, porque algunas prácticas no se han creído siempre corruptas. En las monarquías absolutas, por ejemplo, el rey disponía de los bienes públicos porque se consideraban suyos. Más tarde, personajes como el duque de Lerma, verdadero precursor del pelotazo, no veían censurable beneficiarse de su posición pues pensaban que el enriquecimiento era fruto natural del cargo.

Desembarco en Alhucemas
La guerra de Marruecos. Un cóctel de incompetencia y corrupción explica el desastre de Annual (1921) en el que las tropas españolas fueron masacradas por Abd el-Krim. No fue hasta el desembarco de Alhucemas, del que ahora se cumplen cien años, cuando la resistencia del líder rifeño cedió por fin. Abd-el Krim, por cierto, planeó hacerse con aviones para bombardear Málaga con gas mostaza, aunque quien sí usó ese tipo de armas en aquel conflicto fue España.

Ciudadanos de Leningrado recogiendo agua de pozos
Una vieja arma. El uso del hambre como arma de guerra está tristemente de actualidad a consecuencia de la estrategia israelí en Gaza, pero esta práctica no tiene nada de novedoso. Desde la Antigüedad la hambruna es una opción más dentro del arsenal de los ejércitos que, a pesar de los intentos para limitar su utilización, ha sido usada de forma reiterada. El asedio de Leningrado es uno de los ejemplos más paradigmáticos.

Churchill pronunciando un discurso en la radio
Engaño y manipulación. Una herramienta que los estados utilizan con frecuencia (a veces parece incluso que con fruición) es el engaño. Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, cuando el Reino Unido se había quedado solo ante Alemania, el gobierno británico se valió de una agencia, la BSC, para manipular con información falsa a la opinión pública estadounidense con el fin de que apoyara la entrada de EE.UU. en el conflicto. Tras Pearl Harbor todo se precipitó.
Más allá

Fresco de la Villa de los Misterios en Pompeya
Pompeya. Perderse en las grandes mansiones de Pompeya es un placer que, no obstante, requiere desplazarse y, una vez allí, esquivar a hordas de turistas, a pesar de que desde noviembre el complejo arqueológico tiene un tope de visitantes. Ahora, la dirección del yacimiento propone una espectacular visita virtual a algunas de las grandes casas de la vieja ciudad romana, como las del Fauno o la Villa de los misterios.
El ocaso de las monarquías. Brilliant Maps recoge en estas ilustraciones cuál ha sido la evolución de los regímenes políticos en Europa desde el siglo XVIII hasta nuestros días. De un continente claramente dominado por las monarquías se ha pasado en el siglo XXI a un predominio muy claro de las repúblicas, en una proporción de tres a uno.
Déjà vu
Cámaras y retrofuturismo. La Feria IFA, de Berlín, es la más importante en el sector de la electrónica europea. De la misma manera que otros salones de este tipo, como el CES de Las Vegas (el mayor del mundo en este mismo campo), la IFA adelanta las que prometen ser las grandes novedades en el mundo de la tecnología de gran consumo. Este año, el peso de las innovaciones se centra en el uso de cámaras en casa: lavadoras que disponen de ella para avisar de si mezclamos ropa blanca y ropa de color; hornos que detectan cuándo está listo el asado; juguetes para gatos capaces de buscarlos y ofrecerles entretenimiento… Es decir, en un mundo saturado de cámaras –lo que a menudo suscita recelos cuando no abiertamente temores- la tendencia va a más.
Pero no hay que olvidar que las novedades que se anuncian en estas ferias en muchas ocasiones, si no en la mayoría de ellas, nunca llegan a triunfar en el mercado y únicamente pasan a engrosar la lista de curiosidades tecnológicas. En este sentido, la lista de innovaciones tiene un aroma similar al de otras ferias que publicitaban también ingenios rompedores en su tiempo pero que se quedaron más en exhibiciones públicas que en otra cosa.

Elektro the robot en la exposición de 1939
Un vistazo a Youtube permite revivir esta sensación. Esta filmación de la exposición universal de 1939 en Nueva York muestra como la exhibición Futurama dibujaba de forma optimista un porvenir con androides domésticos (lo que por cierto sigue sin cumplirse). Lo mismo puede decirse de la segunda edición de Futurama de 1964, también en Nueva York, que ya entonces prometía, entre otras cosas, autopistas para coches autónomos, un objetivo que tampoco se ha logrado.
Lo que ninguno de estos ejercicios de futurología auguró es que un siglo después de que John Logie Baird inventara la televisión y casi 200 años después de la primera fotografía, las cámaras llegarían a ser tan omnipresentes como hoy. O como lo serán, aún más, en tiempos venideros.