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Perseguidos por la historia

Newsletter de Historia y Vida

Las siete Cleopatras, el fin de la mili y la violencia política en EE.UU., en la edición de esta semana

Elizabeth Taylor en una secuencia de 'Cleopatra' 

Propias

Si hubiera que elaborar una lista de quienes han sido perseguidos de manera real en su tiempo o de manera figurada por las generaciones sucesivas sería tan larga que daría para varias enciclopedias.

La muerte de Cloepatra pintada por Jean Angre Rixens 

Getty

Las siete Cleopatras. Aunque solo es famosa una Cleopatra, la última reina de Egipto, antes que ella hubo otras seis que gobernaron el país durante siglo y medio. Fue un momento único en la Antigüedad, en el que los varones de la dinastía ptolemaica renunciaron a gobernar, posibilidad que, en cambio, asumieron ellas. Luego, generaciones posteriores arremetieron contra su memoria o las ocultaron. ¿Su crimen? “Ser mujeres”, asegura el historiador Lloyd Llewellyn-Jones.

Una imagen de la retirada republicana en 1939 

Gamma-Keystone via Getty Images

Resistencia contra el franquismo. Tras la derrota en la Guerra Civil, miles de republicanos pasaron a engrosar las filas de la resistencia armada, que se intensificó después de la Segunda Guerra Mundial. Fueron en total trece años (1939-1952) en los que la contienda continuó por otros medios; se trató de una guerra degenerada, tal como señala Javier Rodrigo, que acaba de publicar un amplio estudio sobre el tema.

Una conocida imagen de la campaña contra la mili 

“La mili no mola”. Quienes en su momento fueron perseguidos, aunque de otra forma, fueron los objetores de conciencia, contrarios a cumplir con el servicio militar obligatorio. Ahora que los aires de guerra vuelven a oírse en Europa y que varios países impulsan de nuevo la mili, es más pertinente que nunca el recuerdo a aquellos activistas que lograron su objetivo tras una lucha de décadas.

Julio Peña en una escena de la película 'El cautivo' 

Walt Disney Studios Motion Picture Spain

Polémica cervantina. ¿Fue Cervantes gay? El cautivo, la última película de Alejandro Amenábar, plantea que el escritor tuvo una relación con el gobernador Hasán Bajá en su cautiverio en Argel. El filme ha desatado una polémica entre los académicos que mayoritariamente creen que esta posibilidad no es real. Otros señalan que, aunque no hay pruebas, Argelia o Italia hubieran sido lugares donde Cervantes no habría tenido que ocultar sus inclinaciones, mientras que en España habría sido perseguido por ellas.


Más allá

La retirada de Dunkerque 

IWM

El pasado de un imperio. El pasado imperial del Reino Unido está muy presente en su historia militar. El Museo imperial de la guerra pone a disposición de los usuarios un fondo de filmaciones que reflejan momentos de gran importancia en el devenir del siglo XX, como la retirada de Dunkerque o la Gran Guerra.

Bombas sobre Oregón. La Segunda Guerra Mundial fue tan larga y amplia que 80 años después aún hay cientos, si no miles, de historias poco conocidas. Como la del piloto japonés Nobue Fujita, que en 1942 bombardeó una zona boscosa en la costa de Oregón para provocar un devastador incendio forestal. Aunque la prensa nipona aseguró que la operación había sido un éxito, solo se produjo un pequeño conato. Fue el único ataque en la parte continental de EE.UU. Leído en Zenda.


Déjà vu

Violencia política. El asesinato del activista conservador Charlie Kirk, producido la semana pasada en plena intervención pública en Utah, ha suscitado el debate sobre si se está produciendo un incremento de la violencia política en Estados Unidos a consecuencia de la creciente polarización. Y, de hecho, es cierto que en los últimos años ha habido numerosos atentados con esta motivación.

El más mediático de ellos fue el disparo sobre Donald Trump el año pasado, una intentona que dio lugar a una icónica imagen en plena campaña electoral para la presidencia, que finalmente logró. Pero ha habido muchos más: la agresión al esposo de la ex presidenta de la Cámara de representantes Nancy Pelosi (2022), el asesinato de la congresista demócrata Melissa Hortman junto a su esposo (en junio pasado), la también congresista demócrata Gabrielle Giffords, que resultó gravemente herida (2011), por citar solo algunos de los muchos incidentes producidos en este periodo.

John F. Kennedy poco antes de ser asesinado 

Jim Altgens / Ap-LaPresse

No obstante, al margen de que en los últimos años este tipo de atentados hayan incrementado su frecuencia, la realidad es que Estados Unidos tiene una amplísima tradición en este terreno. Nada menos que cuatro presidentes han perecido en atentado: Abraham Lincoln (1865), James A. Garfield (1881), William McKinley (1901) y John F. Kennedy (1963). En otros casos, como el de Ronald Reagan (1981), el intento no tuvo éxito. En cualquier caso, la lista de políticos de todos los niveles víctimas de ataques es amplísima a lo largo de la historia del país.

Los asesinatos políticos fueron especialmente frecuentes y de gran impacto en los convulsos años 60. A la muerte de John F. Kennedy se suma la de su hermano y en ese momento candidato a la nominación demócrata a la presidencia, Robert F. Kennedy (1968), el activista de los derechos civiles Martin Luther King (1968) o el también activista Malcolm X (1965). La permisividad con las armas en ese país probablemente no sea ajena a esta situación.