En vísperas de la cumbre de líderes de la UE del próximo lunes centrada en cómo Europa puede aumentar sus capacidades defensivas, una mayoría de mandatarios de los Veintisiete ha reclamado al Banco Europeo de Inversiones (BEI) que aumente su financiación a la industria de defensa europea. Se trata de 19 Estados miembros, entre los que figura España, que piden dar un paso más en un momento en que Europa está reflexionando sobre cómo poder depender menos en cuestión de seguridad de Estados Unidos, cuando Donald Trump exige a los miembros de la OTAN que aumenten el gasto en Defensa hasta el 5% del PIB. Ante la presión rusa, algunos países europeos, sobre todo los más expuestos, impulsan la idea en Bruselas de que hay que buscar dinero debajo de las piedras para financiar el rearme europeo, incluso a través de flexibilizar las normas fiscales por este motivo o mirando a organismos como el BEI.
Lo han hecho mediante una carta a la entidad que dirige la exvicepresidenta española Nadia Calviño, firmada, además de por Pedro Sánchez, por los líderes de otros dieciocho países: Finlandia, Alemania, Bélgica, Croacia, Chipre, Chequia, Dinamarca, Estonia, Francia, Grecia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, los Países Bajos, Rumanía, Eslovaquia y Suecia. Todos ellos urgen al BEI que tome medidas decisivas para “reforzar la preparación y las capacidades generales de defensa de Europa, así como su base industrial de defensa”. Solo ocho Estados europeos han quedado fuera (Austria, Bulgaria, Hungría, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Portugal y Polonia, que como ostenta la presidencia de turno de la UE debe moderar los debates), por lo que representa un claro sentimiento de la mayoría entre los Veintisiete.
Un paso más
El año pasado, el organismo ya flexibilizó las condiciones de los préstamos dedicados a bienes de uso civil y militar
El problema es que esta entidad financiera, con sede en Luxemburgo, no tiene entre sus atribuciones financiar actividades de armamento en sentido estricto, como municiones o misiles, con el fin de salvaguardar la excelente calificación crediticia que le permite obtener préstamos baratos. Pero sí tiene un presupuesto de 6.000 millones de euros hasta 2027 que puede destinar a préstamos dedicados al desarrollo de bienes de doble uso, civil y militar, como drones o vehículos, que pueden terminar en el campo de batalla.
El año pasado ya se flexibilizaron las condiciones de estos préstamos, y en mayo el BEI terminó con uno de los mayores impedimentos a nivel defensivo por al eliminar un requisito que hasta entonces era necesario para financiar estas tecnologías de uso dual, es decir, que este proyecto obtuviese más de la mitad de sus futuros ingresos de su uso civil. Pero ahora algunos países comunitarios, piden que vaya más allá. Entre otras cosas, reclaman al organismo que ajuste la política de préstamos para aumentar el volumen de financiación disponible en el ámbito de la seguridad y la defensa o que revise “la lista de actividades y sectores actualmente excluidos de los préstamos del BEI para financiar directamente la defensa”. Lo que quieren, concretamente, es que defina con más “precisión” las actividades y los sectores que no pueden acceder a su financiación.
Además, los mandatarios incluso piden que se estudie la posibilidad de que el BEI emita deuda específica para financiar proyectos de seguridad y defensa. A su juicio, esto podría “aumentar la transparencia y aportar claridad y la posibilidad de elección para los inversores”, siempre y cuando se haga de acuerdo con los mercados financieros y las agencias de calificación.
La carta llega un día después de que Nadia Calviño asegurara que el BEI duplicrá su inversión en defensa durante este 2025 hasta los 2.000 millones de euros. Según indicó, “las inversiones subvencionables en seguridad y defensa se duplicaron en 2024, y el objetivo es volver a duplicarse este año”, según destacó la exministra de Economía de Pedro Sánchez, que también recordó que el BEI ya amplió “significativamente” sus inversiones subvencionables en proyectos con fines de doble uso, militares y civiles. Además de recordar los varios proyectos de inversiones, fuentes del BEI dijeron a este diario, como respuesta a la carta, que seguirían “intensificando” su apoyo al mismo tiempo que “preservando la capacidad financiera” de la entidad.

El presidente del Consejo Europeo, António Costa, recibe al rey de Jordania y al príncipe heredero de este país, este miércoles en Bruselas
Todo ocurre también en un momento en que tanto Trump como el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, están empujando a los países europeos a gastar mucho más en defensa ante la amenaza rusa y cuando las negociaciones para un alto al fuego en Ucrania podrían estar cerca. El 5% que propone Trump es una cifra considerada poco realista en la Alianza Atlántica, pero ya son varias las voces que creen que en la próxima cumbre de junio en La Haya se podría apuntar hacia un nuevo objetivo del 3% que podría ser aceptado por la Casa Blanca.
Estos serán algunos de los principales temas encima de la mesa el próximo lunes, cuando el presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha decidido innovar con un formato de cumbre más libre para los líderes, para que hablen directamente sin la presión de tener que adoptar unas conclusiones. También es muy posible que se refieran a las amenazas trumpistas sobre la isla de Groenlandia, un territorio autónomo danés, en una cita a la que también acudirá Rutte y el primer ministro británico, Keir Starmer. Será la primera cumbre europea a la que asiste un mandatario británico después del Brexit.