La victoria del ultra George Simion el domingo en la repetición de las elecciones presidenciales en Rumanía ha acabado con la coalición de gobierno de socialdemócratas y liberales –más el partido de la minoría húngara–, cuyos miembros han hecho la lectura correcta de los resultados de la primera vuelta celebrada ayer: fue un claro voto de castigo. Simion no solo rozó el 41%, casi doblando el porcentaje del aspirante en segunda posición, sino que este no era el candidato de unidad de la coalición gobernante, el liberal Crin Antonescu (20,07%), sino el recién llegado e independiente Nicusor Dan (20,09%), alcalde de Bucarest. Peor aún, el voto de la diáspora rumana también se decantó por Simion en un 60% y por Dan, con el 25%. La diferencia en número de votos fue notoria: 3,86 millones para Simion; 1,97 para Dan y 86.000 menos para Antonescu.
El Partido Socialdemócrata optó hoy lunes por abandonar el gobierno y el primer ministro, Marcel Ciolacu, anunció su dimisión. Él mismo dijo por la tarde al acudir a la reunión del PSD: la coalición surgida de las legislativas de diciembre pasado tenían dos objetivos, formar gobierno y presentar un candidato de unidad a la repetición de las presidenciales, tras la inhabilitación del ganador de la primera vuelta de noviembre, Calin Georgescu. Y está claro que el voto de los rumanos no avala nada de todo esto.
Los liberales apoyarán en la segunda vuelta al independiente Dan, alcalde de Bucarest; los socialdemócratas no
Por la mañana, los líderes de la coalición se habían reunido, barajando el relevo del primer ministro. El ministro del Interior, Cătălin Predoiu, del Partido Nacional Liberal, rehusó. Sonó también el titular de Educación y algún otro. Finalmente, será el presidente del Senado y actual presidente de la república en funciones, Ilie Bolojan, quien nombre un primer ministro interino. También en el PNL pensaron en salir del Gobierno pero Bolojan, advirtió, según la prensa local, que esto tendría un alto coste, dada la frágil situación económica del país, con una inflación del 5% y un déficit presupuestario del 9% del PIB, el más alto de la UE.
Todo esto augura malos tiempos, con un gobierno frágil abocado a aplicar medidas impopulares y un George Simion crecido para la segunda ronda de las presidenciales, el 18 de mayo, que podrá dedicarse a fustigarlo. Nicusor Dan, a día de hoy, no lo tiene nada fácil. El PSD, que se va a enfrascar en el nombramiento de un nuevo líder, anunció que no apoyará a ningún candidato. Los liberales del PNL sí han optado en cambio por respaldar al independiente Dan, que al menos representa la continuidad proeuropea frente al primer candidato trumpista rumano.
