Casi tres años y medio han tardado las tropas rusas en tomar el control completo de al menos una de las cuatro provincias ucranianas que el Kremlin se anexionó unilateralmente en 2022. Y eso si se confirma la reivindicación hecha por Leonid Pásechnik, el líder de las administración prorrusa de Luhansk.
Este aseguró que el Ejército ruso ya domina todo el territorio dentro de las fronteras administrativas de esta región, que para Ucrania sigue llamándose óblast (provincia) de Luhansk mientras que en Rusia oficialmente se llama República Popular de Luhansk.
Moscú considera parte de Rusia las regiones de Luhansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia
En unas declaraciones emitidas el lunes por la noche a través del Primer Canal de la televisión rusa, Pásechnik dijo que había recibido un informe que decía que toda la región estaba ahora dominado por las tropas rusas. “El territorio de la República Popular de Luhansk está totalmente liberado, al cien por cien”, afirmó.
En septiembre de 2022 Moscú organizó referéndums para incorporar a Rusia cuatro regiones ucranianas: Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Luhansk. Tras la votación, que Kyiv y sus socios occidentales consideraron una “farsa” ilegal, el Kremlin oficializó la anexión.
Desde ese momento, para Moscú esos territorios forman parte de Rusia, están incluidos en la Constitución y se encuentran bajo su paraguas nuclear.
Putin quiere que Ucrania reconozca “la realidad sobre el terreno”
El proceso, sin embargo, se hizo sin que Rusia controlase todo el territorio administrativo de estas demarcaciones. Donde más habían avanzado sus tropas era en Luhansk, con más del 90 % bajo la bota rusa, pero en ningún caso el cien por cien.
En marzo pasado el presidente ruso, Vladímir Putin, informó de que el Ejército de Rusia controlaba el 99 % de Luhansk, mientras que en Donetsk, Jersón y Zaporiyia el territorio bajo autoridad militar rusa superaba el 70 %.
Con una superficie de 26.700 kilómetros cuadrados, ahora es la primera región ucraniana que cae totalmente bajo el control ruso desde que Moscú se anexionó la península de Crimea en 2014.
Las conversaciones directas entre Rusia y Ucrania, celebradas en Estambul en mayo y junio, terminaron sin grandes avances para parar los combates. No se pudo lograr un alto el fuego inmediato, como pretendía la parte ucraniana, debido a lo alejado de las posiciones, y lo único que se logró fue organizar el intercambio de cientos de prisioneros de guerra.
Epicentro en 2014 de la guerra del Donbass
Después Putin ha reiterado que una de las condiciones para negociar un alto el fuego y una solución a la guerra es que Ucrania reconozca “la realidad sobre el terreno”, lo que quiere decir que acepte esos cuatro territorios como rusos.
Pero Kyiv no está dispuesta a aceptar, pues entiende que eso sería una rendición. Y se mantiene firme en su defensa de la integridad territorial del país, lo que incluye también la península de Crimea.
Tras la revolución del Maidán en Kyiv, la expulsión del presidente prorruso Víktor Yanukóvich y la anexión de Crimea, estalló en 2014 la guerra del Donbass entre fuerzas separatistas prorrusas y las Fuerzas Armadas de Ucrania. El epicentro del conflicto se encontraba en Luhansk y en la vecina Donetsk.