Uno de cada tres migrantes que llega a Europa tiene por destino Gran Bretaña

El futuro de Europa

Los motivos son la facilidad de encontrar trabajo y tener acceso a ayudas estatales

France's President Emmanuel Macron and his wife Brigitte Macron are greeted by Britain's Prime Minister Keir Starmer and his wife Victoria Starmer, as they arrive at 10 Downing Street ahead of a lunch, in London on July 9, 2025, on the second day of their three-day state visit to Britain. French President Emmanuel Macron will have lunch with Britain's Prime Minister Keir Starmer on Wednesday, ahead of the two leaders on Thursday co-hosting the 37th Franco-British Summit, where they are set to discuss opportunities to strengthen defence ties. (Photo by Oli SCARFF / AFP)

Keir Starmer y su esposa Victoria, recibiendo ayer a Emmanuel Macron y su mujer Brigitte en Downing Street

OLI SCARFF / AFP

Keir Starmer ha suspendido con pésimas notas el primer curso, pero le quedan otros cuatro años para recuperar las materias, apretar los codos, ser menos ingenuo e incluso acabar con matrícula de honor (improbable, pero quién sabe). Su nota final dependerá de cuatro asignaturas: el crecimiento económico, el Estado de bienestar, las colas en la sanidad pública y la llegada de migrantes en pateras por el canal de la Mancha.

El crecimiento económico no está en sus manos (las decisiones sobre ingresos y gastos las toman los mercados de bonos que son dueños de la deuda pública del país), la sanidad es un pozo sin fondo que absorbe todo el dinero que se le echa, y si bien es obvio que las ayudas estatales son objeto de todo tipo de abusos y es necesaria una reforma a fondo del Estado de bienestar, la gente no está de acuerdo en lo que hay que hacer, y cualquier intento de recortarlo (o de ampliarlo) suscita una reacción furibunda de unos u otros.

Así que la asignatura en la que el primer ministro puede sacar una buena nota pronto es la reducción de la llegada de solicitantes de asilo africanos y asiáticos a las costas de Kent a través del canal de la Mancha, una cuestión policial con implicaciones de derecho internacional sobre la que los omnipotentes mercados financieros no tienen nada que decir. Starmer cree que puede lograrlo, si Francia y Macron le echan un cable.

Anteriores gobiernos conservadores han pagado a París un total de casi mil millones de euros para que mil doscientos gendarmes patrullen las playas del Pas-de-Calais de donde salen la mayoría de pateras, para abortar los viajes en origen, sin resultados por ahora. Desde enero han llegado 26.000 migrantes, un número récord.

Starmer reiteró ayer a Macron, durante el almuerzo de trabajo que celebraron en el marco de la visita de Estado del presidente galo, su propuesta de acoger a un migrante ilegal que esté en Francia y tenga familia en el Reino Unido por cada indocumentado que sea devuelto a Francia (la regla del 1 x 1). Es su alternativa al disparatado proyecto tory de enviar a los solicitantes de asilo a Ruanda.

Con la economía fuera de su control, Starmer necesita con urgencia apuntarse un éxito en materia de inmigración

Macron ha admitido públicamente que “es necesario un nuevo sistema de disuasión” que impida la explotación de los migrantes por bandas criminales sin ninguna consideración por su vida y que se limitan a explotarlos, pero ha pedido a Starmer que afronte las causas subyacentes por las que tantos ilegales (uno de cada tres que entra en la zona Schengen) tiene por destino final Gran Bretaña. Y que a su juicio son tres: la facilidad para encontrar trabajo en el mercado negro, la generosidad de las ayudas estatales a las que pueden acceder, y el gran número que ya tiene familiares aquí y aspira a reunirse con ellos.

El gobierno británico impone sanciones de hasta 60.000 euros a las empresas que contratan a indocumentados, pero las inspecciones son escasas, y el hecho de que no haya DNI (una vieja tradición liberal del país) juega a favor de quienes viven en las sombras. Crear un documento de identidad británico es la aspiración de un sector del Labour desde los tiempos de Tony Blair, y ahora vuelve a estar sobre la mesa.

En cuanto a las ayudas estatales, la lideresa conservadora Kemi Badenoch ha dicho que su partido prohibiría el acceso a ellas de los inmigrantes, pero para que ocurriera tendría que recuperar el poder la derecha, ya fueran los tories o Reforma , el partido populista de Nigel Farage. Mientras mande el Labour es casi imposible.

Hoy, en el comunicado final a la conclusión de la cumbre anglofrancesa, se verá si Macron y Starmer anuncian un acuerdo que el primer ministro británico necesita como agua de mayo, o si simplemente hablan de progresos y de “seguir trabajando”. La idea del 1 x 1 se ha tropezado con la reticencia de España, Italia, Grecia, Malta y Chipre, que temen que Francia les enviaría a ellos a los ilegales devueltos por el Reino Unido, al tratarse de los países por los que entraron en la Unión Europea.

Starmer también ha pedido a Macron que cambie la interpretación de las leyes marítimas, de modo que sus agentes puedan interceptar las pateras en aguas poco profundas próximas a la costa en las que haya poco riesgo de que los inmigrantes se ahoguen, en vez de dejar que prosigan su camino a Kent. En los últimos días, por primera vez, los gendarmes han pinchado lanchas hinchables cuando emprendían el viaje.

Una cifra récord de 26.000 ilegales ha cruzado el Canal de la Mancha en patera en lo que va de año

Starmer tiene fama de empollón (más en el extranjero, visto a distancia, que en su propia casa), pero el primer curso le ha venido grande, como les pasa a muchos estudiantes de Medicina o Arquitectura. Se ha dado cuenta de lo difícil que es la carrera de primer ministro, pero aún tiene tiempo de cogerle el tranquillo.

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