La hambruna provocada por Israel y su bloqueo a una entrada completa de ayuda está matando a civiles palestinos a un ritmo no visto en 21 meses de invasión. Este mediodía, el Ministerio de Salud gazatí ha reportado que otras 15 personas, entre ellos cuatro niños, han muerto en 24 horas por desnutrición, elevando a 101 el total de muertes (80 menores) por falta de alimentos desde octubre del 2023. Dos de los pequeños han sido identificados como Yousef Al Safadi, de solo 40 días de vida, y Abdulhamid Al Ghalban, de 13 años.
Khalil Al Deqran, portavoz de Salud, ha estimado que unos 600.000 gazatíes sufren desnutrición, incluidas 60.000 mujeres embarazadas, con síntomas como deshidratación y anemia. La sed y el hambre son tan extremos que médicos, trabajadores humanitarios y periodistas “se están desmayando mientras cumplen con su deber”, según Philippe Lazzarini, jefe de la UNRWA.
El Ministerio de Salud gazatí ha estimado que unas 600.000 personas sufren desnutrición
Al mismo tiempo, Israel continúa bombardeando todo el territorio. Hoy ha matado a más de 60 personas, doce en un precario campamento de desplazados en la ciudad de Gaza. Los tanques siguen avanzando sobre Deir al Balah, entre explosiones y fuego de artillería.
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La OMS ha denunciado que allí las fuerzas israelíes atacaron ayer tres veces su principal almacén y la residencia de su personal. Los soldados entraron en sus instalaciones y “empleados hombres y miembros de sus familias fueron esposados, desnudados, interrogados e inspeccionados a punta de pistola”. Dos trabajadores y dos parientes fueron detenidos y, aunque tres ya fueron liberados, uno sigue bajo arresto; la OMS pide su “liberación inmediata”.