La Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebra esta semana en Nueva York su 80ª Asamblea General, un aniversario que llega en uno de los peores momentos de la historia de esta institución internacional. La ONU sufre una crisis profunda que afecta a su economía, a la solvencia en la resolución de conflictos bélicos y un bloqueo político por las discrepancias entre los principales países miembros de su Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China).
A esta situación se ha añadido la crisis política por el conflicto entre Israel y Palestina y la lluvia de países que han decidido reconocer al Estado palestino y a la vez que condena el genocidio que Israel comete en la franja de Gaza, según lo ha calificado la propia ONU.
¿Tiene futuro la ONU? ¿Debe reformarse para sobrevivir? Ramon Aymerich, redactor jefe de Internacional de 'La Vanguardia?, responde a estas y otras preguntas sobre el tema en el vídeo que preceder a este texto. En conversación con Enric Sierra, vicedirector del diario, Aymerich explica las causas que han llevado a la ONU a este punto crítico y señala a la política del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de ningunear económica y políticamente a la institución internacional.
Los objetivos fundacionales de la ONU que son mantener la paz, la seguridad internacional y proteger los derechos humanos han fracasado. Actualmente, hay más de 50 guerras en marcha en el mundo, las resoluciones que toma las Naciones Unidas quedan en papel mojado y la capacidad de respuesta sobre el terreno se ha reducido enormemente por el recorte de los recursos económicos.
Según Aymerich, la ONU se encuentra ante una encrucijada que la obligará a reformarse en profundidad. De lo contrario, la institución quedará muy tocada y su papel en el contexto internacional pasará a ser irrelevante. En relación a las resoluciones de Naciones Unidas sobre Palestina, el redactor jefe de Internacional considera que servirán de poco para los palestinos.