Mamdani afronta el reto de hacer realidad sus promesas en Nueva York

Votación histórica

El candidato socialista se convierte en el primer alcalde musulmán de la ciudad

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Zohran Mamdani, rodeado del equipo de transición para la alcaldía de Nueva York, en la rueda de prensa que celebró en el barrio de Queens tras su victoria electorial

TIMOTHY A.CLARY / AFP

Salió el sol en Nueva York. El cielo estaba donde siempre, no se hundió, y no había caravanas de coches huyendo a Miami.

Un miércoles más en el que, como se mofó Hamilton Clancy, vecino del Upper West Side, no se cumplieron los pronósticos fatalistas en el caso de que el socialista demócrata Zohran Mamdani, de 34 años, nacido en Kampala (Uganda, África) y raíces en India, ganara las elecciones. Ganó y Mamdani es el primer alcalde electo musulmán en la ciudad de los atentados fundamentalistas del 11-S del 2001 y la islamofobia ha vuelto a la campaña de la mano del rival, Andrew Cuomo, independiente tras perder las primarias demócratas ante el mismo Mamdani.

Clancy es un converso, como tantos. Explicó que en aquellas primarias votó a Cuomo y luego, bajo la guía de su hijo de poco más de 20 años, se convenció de cuál era el mejor candidato para esta ciudad.

Y el más valiente. “Soy joven, a pesar de mis mejores esfuerzos por hacerme mayor, soy musulmán, socialista demócrata y, lo más grave, me niego a disculparme por nada de esto”, afirmó en el discurso victorioso.

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“Esta ciudad seguirá siendo de inmigrantes y ahora estará liderada por un inmigrante”, dijo enfocando a la Casa Blanca.

“Si alguien puede mostrarle a una nación traicionada por Donald Trump cómo derrotarlo, esa es la ciudad que lo vio nacer”, indicó. “Si hay alguna manera de aterrorizar a un déspota, es desmantelando las condiciones que le permitieron acumular el poder”, continuó. “Así que Donald Trump, como sé que estás viendo esto, tengo tres palabras para ti: “¡Sube el volumen”, ironizó.

Ayer, ante la prensa, respondió que “si alguna vez hay algo de lo que hablar con Trump que pueda beneficiar a la gente de esta ciudad, estoy listo y dispuesto a hablar”. Ahí anunció su equipo de transición, en el que figuran veteranos que ha participado en la administración del alcalde Eric Adams o de Joe Biden.

Esta ciudad seguirá siendo de inmigrantes y ahora estará liderada por un inmigrante”

Zhoran MamdaniAlcalde electo de Nueva York

El resultado es incontestable a partir del uso de las redes sociales y de ir de puerta en puerta con un ejército civil de más de 100.000 voluntarios. Mamdani logró superar la barrera del 50%, una marca que ratifica su agenda de vivienda asequible, congelación del alquiler de los pisos de protección, o gratis tanto los autobuses como el cuidad infantil. Su victoria cuenta con el aval de que electorado se movilizó por encima de los 2,4 millones de votantes. Desde 1969 no se superaba el techo de los dos millones. Entonces, John V. Lindsay alcanzó el millón de votantes, cosa que también se apuntó Mamdani.

Pese a este espectacular éxito, la ruta de Mamdani con la vara de mando se augura muy complicada. Por difícil que haya sido la campaña electoral, responder a todas las expectativas resultará un desafío enorme.

No se lo van a poner fácil. Los discursos de felicitación se transformaron en aguijonazos de rabia. “Esta no es una ciudad socialista. Mi mensaje a los neoyorquinos: os dejo una buena ciudad, no la arruinéis”, pregonó Adams, al que solo Trump salvó de la cárcel por corrupto.

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Mamdani hablando con una usuaria de autobús en Nueva York, durante la campaña electoral victoriosa para la alcaldía

Seth Wenig / Ap-LaPresse

No menos provocadora fue la concesión de Cuomo, el exgobernador de Nueva York (se tuvo que ir por la puerta de atrás), incapaz de ocultar su ira.

“Esta campaña es una lucha justa que había que librar. Teníamos el objetivo de cuestionar las filosofías que están dando forma al Partido Demócrata, al futuro de esta ciudad y de este país”, recalcó. Y aún añadió que debían “agitar la bandera porque vamos por un camino peligroso”. Y no se olvidó de aludir a la acusación (falsa) de antisemitismo contra el ganador y de denunciar que Mamdani ha fomentado la división cuando él azuzó la islamofobia.

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Pero el alcalde electo, un seísmo en el establishment demócrata, mostró su capacidad de desafiar a quien sea, incluido un Trump dispuesto a desestabilizar y de amenazar con cortar fondos federales o enviar a la guardia nacional a sus calles.

Recibido con entusiasmo en el local de Brooklyn donde festejó el éxito, ofreció la victoria a los votantes –“la ciudad os pertenece”–, a los que les aseguró que ellos tienen el poder. “En este momento de tinieblas políticas, Nueva York será la luz”.

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