Oficial de marina mercante, un accidente a bordo dejó ciego a Dani (39) hace siete años, pero hoy ha conseguido navegar con patín catalán en competiciones, pese a la ceguera.
Dani nos explica que ha creado un protocolo y ha diseñado un chaleco háptico que le permite navegar con autonomía, siguiendo señales vibratorias que le indican vientos y rumbo.
“No existe la discapacidad, sólo capacidades distintas”, afirma Dani, ejemplo vibrante de amor a la vida mediante su vínculo indesmayable con la mar.
El protocolo de Dani servirá para que todos los ciegos del mundo, si quieren, puedan navegar.
Y además asesora al Port Masnou (Maresme) para convertirlo en el primer puerto deportivo (y club) inclusivo de España.