‘El Profeta’, para abrir corazones
“El que esté libre de pecado ¡que tire la primera piedra!”, conminó Jesús a una horda de inquisidores. Hay que mirarse por dentro antes de lapidar. Sin lapidar a Zavala, le comento que novelar a Jesús es una osadía, como ha hecho en El Profeta (Ediciones B: lleva cuatro ediciones). Más poderoso ha sido su anhelo de transmitir pasión por Jesús de Nazaret, personaje que trasciende lo literario para cristalizar como ley del corazón y amasar la cultura, la religión, la sociedad y la política desde hace dos mil años. Zavala ha documentado muy bien su relato (incorporando al círculo de Jesús un atractivo personaje romano fabulado) y me cuenta que los arqueólogos acaban de descubrir en Cafarnaúm la casa del apóstol Pedro en la que Jesús pernoctó, colindando con la sinagoga en la que predicó.
¡Nace Jesús!
Profetizado en el Antiguo Testamento que el Mesías nacería en la estirpe de David (José) y en un establo.
Y de una virgen.
Nacía el tipo más relevante de la historia.
¿De toda la historia?
¡De la historia de la humanidad! Mire usted el calendario...
Lo miro: 25 de diciembre del 2025.
¿Lo ve? Hoy hace 2.025 años del nacimiento de Jesús de Nazaret: hay en la historia un antes y un después de eso. El mundo cuenta los años desde Jesús.
Eso impresiona, lo admito.
¿No le parece extraño tanto ascendiente en un hombre ejecutado por delincuente?
¿Acusado de qué?
Roma lo acusó por agitador peligroso contra su autoridad. Jerusalén, por hereje que se pretendía mesías.
Por “Rey de los Judíos”.
¡La envidia! Lo mataron los envidiosos. El peor de los pecados es la envidia.
¿Envidia por qué?
Jesús era un hombre alto, guapo, elocuente, carismático, irresistible, multitudes le seguían, mujeres, gentes de toda condición atendían su prédica sobre el amor.
¿Quién envidiaba más a Jesús?
Todo el que quiere mandar imponiéndose... Siempre envidiará a esa persona de la que emana autoridad natural.
La autoridad de Jesús ¿qué pretendía?
Abrir tu corazón. Y es lo que Jesús consigue. Lo consigue en mi novela El Profeta con su protagonista, el soldado romano Lucio Fedro... Y lo consigue conmigo.
¿Con usted?
Fui educado cristianamente pero me alejé de la fe durante quince años. Un día fui a un funeral y volvió a mí la presencia de Jesús de Nazaret, le sentí intensamente.
¿Y qué cambió?
Yo tenía casa, coche, familia, buen trabajo, todo lo material... Y era infeliz. Jesús cambió mi mirada sobre la vida y pasé de mirar solo mi ombligo a ver a los demás. Estamos aquí para darnos paz, amor, alegría: hoy lo hago así ¡y soy feliz!
Su soldado romano espía a Jesús...
Para Roma. Pero el espía se transforma: se convierte en creyente del hombre-Dios.
Jesús... ¿era Dios?
Era hombre... Y Dios. No era solo aquel delincuente crucificado. ¡Es Dios! Y así lo entenderá Lucio y así lo he entendido yo.
¿Quién le ha inspirado el personaje del espía romano Lucio?
El Evangelio, donde un soldado romano, Longinos, alancea el costado de Jesús crucificado, y tiembla la tierra y clama: “¡En verdad este hombre era el hijo de Dios!”.
¿Jesús de Nazaret supo siempre que era Dios?
Sí. Con doce años Jesús desaparece, sus padres lo buscan desesperados tres días: está en el templo, debatiendo con sacerdotes, y al entrar su madre y preguntarle qué hace, él le dice: “Ya sabes que tengo que ocuparme de las cosas de mi Padre”.
¿Por qué es Jesús de Nazaret y no Jesús de Belén?
Nace en Belén –cumplimenta así la profecía–, pero en Nazaret se criará y trabajará con José. Hasta cumplir 30 años, que sale a la vida pública a predicar el amor.
“Ama al prójimo como a ti mismo”.
Su prédica revoluciona las mentes y abre los corazones, ¡eleva a la humanidad!
Pero era visto como agitador, o como sanador, como mago, como impostor...
Le avalan los milagros: un ciego vuelve a ver, un paralítico caminará, ¡resucita a Lázaro! Pero el milagro mayor, a mi juicio, es el que hace con Mateo.
Recuérdemelo.
Mateo es publicano, es decir, recaudador de impuestos para Roma. Está recontando monedas, denarios de plata, y levanta la vista y ve ante él a Jesús que le mira a los ojos, y Jesús solo le dice: “Sígueme”. ¡Y Mateo lo deja todo y le sigue!
El milagro de transformar almas.
Sí. Y sé qué es eso, sé de qué hablo.
Pero quizás muchos niños hoy no sepan nada de Jesús de Nazaret.
Así es. Por eso escribo sobre Jesús, para ayudar a otros a descubrirle. Por suerte, emergen más defensores de Jesús.
¿Ah, sí? ¿A ver?
Vea el éxito en 175 países de The chosen, serie televisiva sobre la vida de Jesús (sufragada con micromecenazgo), Los domingos, Rosalía, el musical Gospel de Antonio Banderas, el youtuber René ZZ, el actor Jaime Lorente (“¡admiro a Jesús de Nazaret!”), el modelo e influencer Pablo García, que se ordenará sacerdote...
¡Feliz Navidad, Zavala! ¿Ha leído usted el libro de Cercas sobre Francisco?
No, pero apruebo que lo escriba un ateo: no hay que leer con prejuicios, ¡sumar miradas siempre nos enriquece!
