Menos de medio año después del inicio de la implantación de los contenedores cerrados inteligentes, en El Prat de Llobregat ya han escalado los índices de recogida selectiva. Según datos presentados por el Ayuntamiento, el reciclaje ha pasado del 38% al 55%. Se trata de una comparativa entre abril de este año y el del 2024. Así pues, han logrado alcanzar los objetivos de la Unión Europea para este año.
Se trata de las primeras cifras después del despliegue de los nuevos contenedores de las fracciones orgánica y de resto. Para abrirlos, se necesita una tarjeta, un llavero o una aplicación para teléfonos móviles. La implantación ha sido progresiva y ahora el 94% de la población ya tiene este sistema.
El modelo de El Prat despierta el interés de otros ayuntamientos
¿El incentivo? Un 40% de descuento en la nueva tasa de residuos, que los municipios deben aplicar este año en cumplimiento con la trasposición estatal de la nueva directiva europea, siempre que empleen un mínimo de siete veces el contenedor de orgánica cada dos meses. Se puede llegar hasta el 45% de descuento utilizando seis veces al año un punto verde.
Es la fracción orgánica, hasta ahora la que generaba más problemas para su reciclaje en esta ciudad tal y como pasa en muchas otras, la que ha experimentado un crecimiento del reciclaje más grande. Concretamente, del 87%.
El teniente de alcalde Acción Ambiental y Servicios Urbanos del Ayuntamiento, Quim Bartolomé, agradece que los vecinos han “entendido” el nuevo mensaje después de invertir esfuerzos en mucha pedagogía. “Esto es el resultado de un mes. Ahora lo que tenemos que conseguir es que este 55% nos acompañe durante todo el año, esto quiere decir que no podemos bajar la guardia”, asegura. De hecho, las exigencias europeas irán in crescendo en los próximos años.
Según relata el Consistorio, el caso de El Prat ha despertado el interés de otros Ayuntamientos. Tarragona, Montcada i Reixac, Reus, Tarragona, Calafell, Sitges, Masnou, Mollet, el Consell Insular de Menorca, Sant Lluís y una delegación de 30 técnicos municipales de Portugal se han interesado por el modelo de la ciudad del delta del Llobregat.
Llaveros y tarjetas para abrir los contenedores
“Nuestro modelo funcionar en ciudades similares a la nuestra, entendiendo que el puerta a puerta puede funcionar en pueblos más pequeños o en urbanizaciones”, ha expuesto el teniente de alcalde. El Prat es una ciudad compacta con bloques de pisos.
“La orgánica, al final, es el tractor de la recogida selectiva. La gente se ha dado cuenta que además de ella tiraba otros residuos que no corresponden al gris. Por eso ha subido el reciclaje de todas las fracciones”, ha relatado Bartolomé.


