La construcción del pozo de la futura estación de la L8 de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) a la altura del hospital Clínic y la Escola Industrial comportará afectaciones importantes en la movilidad a partir de este mismo lunes. Durante alrededor de un año, la calle Urgell estará cortada por completo entre Rosselló y Còrsega.
Como si de un efecto mariposa se tratase, el cierre al tráfico de ese tramo se notará en gran parte de la trama del Eixample, donde se han tenido que hacer distintas actuaciones para tratar de reducir el impacto y absorber el tráfico. Urgell tiene una intensidad media diaria de 32.000 vehículos y redirigirlos a todos por otros lugares no será fácil. Lo mejor en estos casos siempre es evitar la circulación en coche por esa zona, aunque los trayectos en las líneas de bus de TMB también se verán afectados.
Para aquellos que no tengan más remedio que pasar por allí en vehículo privado, se encontrarán con Rosselló cambiada de sentido entre Urgell y Calàbria. Será esa la vía de salida hacia la Diagonal, siendo posteriormente desviados por Calàbria, Londres y Gelabert hasta tomar Entença. En la mayoría de esas calles se han eliminado aparcamientos y servicios para implantar carriles adicionales y se ha modificado la señalización y la semaforización.
El objetivo de los técnicos municipales que han diseñado el plan de obras es que la mitad de los conductores apuesten por esta opción. La otra mitad, si venían de Aragó y subían por Urgell, será mejor que se desvien previamente por Aribau y Casanova con la intención de incorporarse a Urgell desde Còrsega para encontrarse el tramo de Urgell ya abierto hacia la avenida Sarrià.
La intención de la Generalitat era ejecutar los pozos que alcanzan los 80 metros de profundidad en Hospital Clínic y Francesc Macià dividiendo la calle en dos mitades para evitar el corte de circulación total, cortando primero una mitad y luego la otra. La constructora ha alegado falta de maquinaria para abordarlo como estaba previsto y el departamento de Territori y el Ayuntamiento han aceptado la interrupción total del tráfico en ese punto tan delicado desde este mismo lunes, donde una hidrofresadora sustituirá a los coches en el centro de la calzada.
Otro corte total dentro de un mes entre Francesc Macià y Buenos Aires
Sucederá lo mismo que entre Rosselló y Còrsega un poco más arriba, en la misma calle Urgell entre la plaza Francesc Macià y Buenos Aires, donde los coches circulan de bajada y se empezará a excavar el pozo de la estación a partir del 23 de febrero. La duración aproximada de este corte también es de un año, aunque la intención es acortar los plazos todo lo posible para que afecte lo mínimo posible a la campaña de Navidad.
Las obras previas en la calle Urgell entre Francesc Macià y Buenos Aires llevan varios meses en marcha
En este caso afectará a cerca de 20.000 vehículos diarios que entran por la Diagonal, los cuales se tratarán de desviar por Numància para que se adentren en el Eixample por la calle París. Desde Francesc Macià habrá un carril adicional de bajada en la avenida Tarradellas por el lado de subida para facilitar que desde ahí se tome la calle Buenos Aires.

