Las aguas bajan revueltas en la federación de Barcelona de Esquerra Republicana. Tras la dimisión la semana pasada de nueve de los 13 miembros de la permanente del partido, la ejecutiva nacional propuso crear una gestora comandada por Creu Camacho para conducir la organización hasta la celebración de un nuevo congreso en el que se elija a un líder y su permanente. Dicha gestora se reunió ayer por la noche y acordó que el cónclave tenga lugar el próximo 17 de abril. La candidatura ganadora se proclamará el 18 de abril.
Se da la circunstancia que este congreso se celebrará con posterioridad al proceso de elección del alcaldable del partido en la ciudad barcelonesa. El 27 de febrero se llevará a cabo la jornada electoral para elegir al candidato o candidata -Elisenda Alamany ya ha manifestado su intención de concurrir a esta contienda- y al día siguiente se ratificará a la persona que haya ganado las primarias como cabeza de lista para los comicios del 2027. En paralelo, la formación hará un congreso en los próximos días (el 13 de diciembre, en concreto) para ratificar a la comisión electoral y activar toda la maquinaria para las elecciones municipales.
La disputa se origina en la “deriva política” que los nueve dimisionarios denunciaron por parte de su presidenta, Creu Camacho, y la vicesecretaria general de organización, Begoña Grau, a las que acusan de “subordinar” la federación a los intereses del grupo municipal en el Ayuntamiento de Barcelona. También les distancia el calendario del proceso de elección del alcaldable a la capital catalana. La dirección entiende que debe producirse lo más pronto posible –será el 27 y 28 de febrero–, pero los miembros que dimitieron recelan de estos plazos.
Tras las dimisiones, Camacho abogó en una carta a la militancia por “superar viejas discrepancias y mirando hacia el futuro con unidad y ambición”. Cabe recordar que la actual presidenta de la agrupación local se impuso hace siete meses por 14 votos a la candidatura oficialista, del sector de Oriol Junqueras, que pilotaba Eva Baró.
Ahora Camacho cuenta con el respaldo de la ejecutiva nacional, que el martes se reunió para crear la gestora que configura la propia líder de la formación en Barcelona, los tres miembros de la permanente que no dimitieron, las presidencias de los distritos y la representación de las juventudes del partido (Jovent Republicà) en la ejecutiva de la ciudad.
ERC defendía el impulso de esta dirección provisional para “asegurar la actividad de la federación” y garantizar, entre otros, “la atención a la militancia, la actividad política, la continuidad institucional, la transparencia e integridad en la presentación del presupuesto, la correcta celebración del proceso de primarias y una conducción ordenada del proceso congresual”.
No obstante, habrá que esperar a la reacción de los críticos. Los dimisionarios estudian impugnar la gestora en la comisión de garantías del partido y reclamaban que el congreso se celebrara en el plazo de un mes, en línea con lo que dicen los estatutos. Sin embargo, desde la gestora entienden que no se ha producido la dimisión de más de la mitad de la dirección –como mandatan estos documentos para que se albergue un cónclave–, puesto que las renuncias no afectan a más del 50% de la ejecutiva –que forman 26 personas–. De ahí que hayan aprobado que se haga el 17 y 18 de abril.

