El órgano de la catedral de Santa María de la Seu d'Urgell volverá a sonar este fin de semana después de dos años de restauración. Así, el sábado a las 18 horas se llevará a cabo un acto de bendición y un concierto inaugural. El instrumento es uno de los pocos que perviven en Catalunya que puede interpretar con propiedad el repertorio de los músicos románticos. Se trata de un órgano centenario, construido en 1919 por Lope de Alberdi Rekalde, considerado uno de los mejores maestros organeros de su tiempo. E
l organista Valentí Miserachs ofrecerá el domingo un concierto con obras de Frescobaldi, Zipoli, Bach, Boëllma, Bossi y de sí mismo. Todo ello, coincidiendo con el primer aniversario de la ordenación de Josep Lluís Serrano como obispo de Urgell.
Las obras de restauración del órgano se iniciaron a finales de abril de 2023 y han consistido en un profundo trabajo de limpieza del interior del instrumento. Además, se han desmontado las partes más importantes de su maquinaria para poder restaurarlas. También se ha limpiado y restaurado la consola, sus piezas de manipulación y las teclas. Todo ello, utilizando materiales y colas de la misma naturaleza que los empleados durante su construcción, hace más de un siglo.
El decano del Capítulo de la Catedral de la Seu de Urgell, Benigne Marquès, ha explicado que la restauración del órgano era muy necesaria, dado que el instrumento tiene más de cien años y cuenta con una maquinaria muy compleja. Por su parte, el organero encargado de la restauración, Alejandro Turanzas, ha dicho que ésta ha sido la primera intervención en profundidad y ha destacado el hecho de que se han basado en “respetar el instrumento sin aplicar ningún tipo de modernización”. Así, apuntó que el objetivo de los trabajos fue el de recuperar la sonoridad que tenía el órgano en el momento de su construcción.
Mientras, el canónigo-organista Jordi Miquel ha dicho que éste es especial por sus válvulas cónicas, las cuales le dan más fuerza a los más de 1.400 tubos. De hecho, se construyó con las últimas innovaciones técnicas del momento, entre las que se encuentra la instalación de un motor eléctrico, utilizado desde finales del siglo XIX. Por último, destacó la calidad de los tubos, que, aseguró, le aportan un “sonido bellísimo”.
El órgano, el quinto que ha tenido la catedral de la Seu d'Urgell, fue concebido como un instrumento que fuera una réplica de la orquesta sinfónica, con registros que tenían como objetivo reproducir la sonoridad del oboe, el clarinete o el violín, entre otros. Fue instalado el 30 de septiembre de 1920 y se salvó de la quema de varios elementos del templo durante la Guerra Civil.