Cuatro de los cinco procesados por importar 620 kilos de cocaína escondidos en un rotor a través del puerto de Barcelona han reconocido los hechos en el juicio que ha comenzado este martes en la Audiencia de Lleida y han aceptado penas de entre 2 y 6 años de cárcel a raíz de un acuerdo entre la Fiscalía y las defensas.
Sin embargo, el juicio está previsto que se celebre hasta este miércoles porque el quinto acusado, mozo de escuadra, ha rechazado pactar con la Fiscalía, que le pide 9 años de cárcel y 66 millones de multa.
Durante la vista, uno de los principales acusados ha declarado que el mosso nada tenía que ver con la operación y que sólo lo implicó en el alquiler de la nave del polígono El Segre donde en enero del 2022 trasladaron la pieza que contenía la droga.
Por su parte, los guardias civiles que lideraron la investigación de la operación 'Street-22' declararon que a finales de 2021 el mosso abonó 3.000 euros en efectivo por el alquiler de la nave y transfirió 85.000 euros a una empresa del principal acusado que habrían servido para financiar la importación del rotor.
Los policías han señalado que les sorprendió la cantidad de activos que poseía el agente, entre ellos licencias de taxi, vehículos de alta gama o una veintena de plazas de parking, entre otros.
El mosso --actualmente suspendido de empleo y sueldo-- fue detenido en marzo del 2023. También está investigado en una pieza separada por un supuesto delito de blanqueo.

