La Comunidad de Regantes del Baix Priorat, que engloba a siete municipios del Priorat y la Ribera d'Ebre, se muestra esperanzada en que el regadío que podrán hacer con agua del Ebro les permita subsistir.
Este miércoles han comenzado los trabajos para realizar una canalización desde el río a la altura de Móra la Nova hasta el embalse de Els Guiamets, que abastece a la comunidad. Se espera que las obras estén terminadas en mayo.
La sequía ha hecho estragos en la zona y el presidente de los regantes, Miquel Escoda, ha apuntado que han tenido que arrancar cerezos y almendros, y que quizás también tendrán que retirar viñedos.
El Govern ya pagó en diciembre un paquete de ayudas, pero Escoda ha asegurado que no son suficientes para garantizar el futuro del sector.
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) se encarga de las obras, que cuentan con un presupuesto de 5,7 millones de euros. Ya se ha empezado a acondicionar una finca situada junto al río, en el punto donde se realizará la captación.
El agua pasará un primer proceso de filtrado y se pasará a una balsa que debe construirse y desde allí se bombeará hasta la tubería general.
Seguidamente se transportará hasta la red de los regantes, unos kilómetros más arriba. Una vez llegue a este punto y en función de las necesidades se determinará si esa agua directamente va a los campos para el regadío o si se traslada hasta el embalse de los Guiamets.
La cantidad anual que se moverá estará en torno a un hectómetro cúbico. Sin embargo, antes de que se pueda introducir agua en el pantano, la CHE también deberá realizar unas obras para sellar el embalse, que lleva años filtrando. “Este suministro de agua segura hará que se pueda dar continuidad al campesinado y al trabajo que hacen nuestros campesinos”, ha manifestado Escoda.
El presidente ha celebrado el inicio de las obras porque supondrán que en los años de sequía puedan efectuar un riego de soporte a las 1.400 hectáreas de cultivos y explotaciones agrarias que trabajan Si los plazos se cumplen este año los agricultores ya podrán aprovechar el agua por parte de la campana de riego “para poder salvar las plantaciones y las cosechas” en caso de que no llueva más. se arrastra causó en el 2023 una caída en la facturación de 29 millones de euros, según estimaciones de la comunidad. unos años no haya producción“, ha manifestado.
Arranque de cerezos
De hecho, la gran mayoría de los cerezos que cultivan tendrán que arrancar. ”En almendros hay bastantes bajas y en viña hay muchas zonas que están afectadas; no sabemos cómo reanudará la brotación de este viñedo y veremos si se tendrán que arrancar porque han quedado castigadas“, ha concretado el presidente.
Por todo ello, Escoda reclama más ayudas a las administraciones. ”En diciembre la Generalitat hizo efectivo el pago de unas ayudas que tenía estipuladas en el contexto del conflicto bélico de Ucrania y de la sequía, que comparadas con la pérdida de producción y facturación que se ha producido son totalmente insuficientes", valoró.