CaixaForum València presentó ayer la muestra Top secret. Cine y espionaje, en una nueva colaboración con la Cinémathèque française, que explora la historia inédita de los vínculos entre el oficio de actores y de espías.
El juego de espejos entre cine y espionaje es el punto de partida de este viaje cronológico-temático que se realiza a través de 175 piezas de diversos formatos y 90 clips de películas, abarcando un siglo de relación: desde Mata Hari hasta Carrie Mathison, pasando por James Bond y Edward Snowden.
En su bagaje, personajes como el Mata Hari hasta el de Carrie Mathison, pasando por James Bond y Edward Snowden
El director de CaixaForum València, Álvaro Borrás, y los comisarios Alexandra Midal y Matthieu Orléan presentaron ayer la exhibición coorganizada por la Fundación ”la Caixa” y La Cinémathèque française, que propone un viaje entre las relaciones del cine y el espionaje en un recorrido cronológico-temático que abarca todo un siglo.
Más de 200.000 personas han podido disfrutar de esta muestra durante su paso por la red de centros CaixaForum Madrid, Barcelona y Zaragoza, que ahora llega a València, donde finalizará su andadura. Lo hace a través de las figuras de espías emblemáticos, infiltrándose en las relaciones entre cine y espionaje durante más de 100 años. La muestra recupera el papel de la mujer espía, más allá del estereotipo del sexpionaje ampliamente explotado en el mundo del cine.
Siguiendo un recorrido cronológico —desde finales del siglo XIX hasta nuestros días— y mediante ámbitos diferenciados, la exposición presenta un conjunto de 175 piezas que establecen un diálogo entre gadgets de cine, artefactos históricos, documentos de archivo y clips de 90 películas.
La muestra cuenta con cinco ámbitos distintos: “Espionaje y cine, una historia de técnicas”; “Clandestinas de las grandes guerras”; “Guerras frías y gentlemen”, “Terrores y terroristas (década de 1970 a nuestros días)”, y “¿Todos espías? El ciudadano espía: perspectivas de futuro”.
La muestra recoge 175 piezas que establecen un diálogo entre 'gadgets' de cine, artefactos históricos o documentos de archivo
Durante el recorrido, se abordan la historia de las técnicas desplegadas por los agentes de los servicios de inteligencia y el papel singular que tuvieron las espías entre 1870 y la caída del telón de acero, así como sus representaciones cinematográficas, el nacimiento del mito del espía moderno durante la Guerra Fría (principalmente a través del personaje de James Bond), la evolución de la figura del agente secreto en relación con las transformaciones geopolíticas de la década de 1970 y, finalmente, la aparición de nuevas formas de espionaje encarnadas por los alertadores que solo obedecen a sus propios valores en un contexto de vigilancia generalizada.
La exposición incluye títulos de la cinematografía española del género como El Lobo, de Miguel Courtois, Mataharis, de Icíar Bollaín, y Estambul 65, de Antonio Isasi-Isasmendi, y un fragmento del documental Garbo, el espía, de Edmon Roch, entre otros, además de carteles españoles de filmes internacionales.
Hay espacio para el juego: el espectador se convierte en espía y a la vez en un ser espiado
El aspecto participativo y de mediación ocupa un lugar destacado en la muestra, reforzado por una museografía inmersiva: el visitante se implica en una investigación que abarca juegos de encriptado y diferentes paradas que quieren expandir noción de vigilancia y espionaje a la experiencia del espectador para que el espectador se convierta en espía y a la vez en un ser espiado.

Vestuario de la saga de películas de 'James Bond'
De hecho, los títulos de cada ámbito expositivo están inscritos en la pared a través de un código que solo puede leerse cuando un foco de luz dorada pasa por encima. A través de preguntas y diferentes elementos, la muestra quiere convertirse en un espacio de reflexión y análisis de los temas y debates que presenta la exposición, así como busca convertirse en un espacio en el que el espectador “sea espiado” y en la que se simule la recogida de datos e imágenes de los visitantes, que se muestran al final. Además, los visitantes podrán inmortalizar su experiencia disfrazándose de auténticos espías y fotografiándose en el photocall situado en la entrada de la muestra.
Actividades complementarias
Hitchcock en pantalla grande y talleres infantiles
La muestra también proyectará una retrospectiva de películas vinculadas con la temática. Serán Garbo, el espía, de Edmon Roch, el 27 de febrero; Alarma en el expreso, de Alfred Hitchcock, el 13 de marzo; Bajo el fuego, de Roger Spottiswoode, el 10 de abril, y La vida de los otros, de Florian Henckel Von Donnersmarck, el 24 de abril. También en el marco de la exposición, el centro cultural acogerá talleres y espectáculos, conciertos y un escape room familiar, el ciclo de proyecciones “Pequeños cinéfilos” bajo el título “Detectives, espías y fisgones”, así como visitas guiadas para diferentes públicos y edades, algunas con vermuts y cafés.