El president de la Generalitat, Carlos Mazón, arrancó la última sesión de control antes del verano con una contundente acusación contra la oposición: ”¿Mantienen su aplauso al ataque más machista de la historia de las Corts?”, preguntó, refiriéndose a las declaraciones de la diputada socialista Rosa Peris durante el debate sobre prostitución del día anterior. Con esta pregunta, Mazón abrió una sesión que convirtió el pleno en un cruce de acusaciones personales, donde el machismo, la corrupción y la falta de responsabilidad política coparon un debate que dejó en segundo plano los asuntos de gobierno.
El origen de la polémica se remonta al miércoles, cuando la diputada del PP Verónica Marcos insinuó en el hemiciclo que la secretaria general del PSPV, Diana Morant, “debía su puesto” al exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán. Peris, en su réplica, lanzó un comentario que el PP consideró inadmisible: “No voy a decir que usted le debe el puesto a Serafín Castellano ni que otras se lo deban a Eduardo Zaplana por tener una relación especial”. Una frase que, según Mazón, constituye el peor episodio de machismo en la historia del parlamento autonómico.
El president no dejó pasar la oportunidad de exigir explicaciones al síndic socialista, José Muñoz, a quien instó a condenar las palabras de su compañera. “Después de representar al partido de Tito Berni, que organizaba orgías desde el Congreso; después de defender al partido de Koldo, que trataba a las mujeres como ganado; y después de tener con sello valenciano a Ábalos, que hacía lo mismo, ayer bajo su supervisión se produjo el ataque más machista de la historia de Les Corts”, afirmó Mazón, mientras su bancada exhibía fotografías de Pedro Sánchez, José Luis Ábalos y Diana Morant con leyendas como “Gobierno corrupto” y “Lo sabían y lo taparon”.
Muñoz, sin embargo, no solo no se retractó, sino que contraatacó con dureza. Recordó que Mazón llegó a la Presidencia de la Generaliat “pactando con un maltratador” —en alusión al diputado valenciano de Vox en el Congreso Carlos Flores— y le reprochó su silencio cuando diputados populares llamaron “perras” a Morant y a la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé. “El mayor ataque contra las mujeres en la Comunitat lo hizo usted el día que pactó con un maltratador que le dijo a su mujer: 'Puta, te voy a joder la vida'”, le espetó. Además, le acusó de ser el “golden boy de Eduardo Zaplana”, llegando al poder “por un corrupto”. “Usted es zaplanista de primera generación, se lo debe todo a su padrino político”, afirmó, en un intento de desmontar la narrativa del PP sobre la supuesta dependencia de Morant de Santos Cerdán.
El síndic socialista también aprovechó para criticar la gestión de Mazón en dos tragedias que, a su juicio, han quedado impunes: el accidente de metro de Valencia —del que este jueves se cumplieron 19 años— y la dana de octubre, que dejó 228 muertos. ”43 muertos, 47 heridos, 0 responsables. Ahora, 228 muertos, 0 responsables”, denunció, exigiendo la dimisión del president y la convocatoria de elecciones anticipadas.
Mazón, lejos de amilanarse, replicó citando el último barómetro del CIS, que sitúa al PP como favorito en la Comunitat Valenciana y a él como el candidato preferido para presidir el Consell, por delante de Joan Baldoví (Compromís) y Diana Morant. “El CIS de Tezanos llega a reconocer que el PP ganaría las elecciones y que reeditaríamos el gobierno”, dijo, en un claro intento de desactivar las críticas sobre su popularidad. ”¿Tantas ganas tiene ya de relevar a Diana Morant?”, ironizó, antes de asegurar que desea que la líder socialista “siga de secretaria general todo el tiempo posible”.
La tensión se trasladó también al intercambio con Compromís. Mazón preguntó a su síndic, Joan Baldoví, si mantenía silencio sobre el “ataque machista más grave de la historia de Les Corts”, a lo que Baldoví respondió acusándole de solo aparecer en el parlamento “una vez al mes” y de gastar ”853 euros en un restaurante de dos estrellas Michelin” mientras las farmacias no cobran sus facturas. “Solo vienes aquí a hacer el calamar y a que Vox te haga un masaje dialéctico”, le espetó.
La vicepresidenta del Consell, Susana Camarero, entró en el debate para acusar a los socialistas de “pisotear la bandera del feminismo” y lanzó un dardo emocional: “Si mi querida Carmen Alborch levantase la cabeza, tendría vergüenza de ustedes”. Rosa Peris, por su parte, defendió su intervención del día anterior y denunció el machismo del PP, citando declaraciones de Juanfran Pérez Llorca sobre Bernabé y las críticas de Camarero a las socialistas por su “silencio cómplice con los puteros”. “No tengo espíritu cristiano de poner la otra mejilla”, afirmó.
El pleno, que debía centrarse en la rendición de cuentas, se convirtió así en un campo de batalla donde las acusaciones cruzadas eclipsaron cualquier debate de fondo. Con el verano por delante, la polarización en las Corts Valencianes parece lejos de apaciguarse, dejando una pregunta en el aire: ¿volverá el otoño con un tono más constructivo, o seguirá primando el enfrentamiento personal sobre las políticas públicas?