La secretaria general del PSPV y ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, y la responsable de Políticas Sociales de Compromís, Nathalie Torres, reprocharon a la vicepresidenta del Consell y consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Susana Camarero, que abandonara la conexión con el Cecopi (Centro de Coordinación Operativa Integrado) el día de la tragedia para acudir a un acto de entrega de premios de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV). Ambas dirigentes calificaron de “indignante” la actuación de la consellera y exigieron la dimisión no solo de Camarero, sino del conjunto del Consell presidido por Carlos Mazón.
Según publicó elDiario.es y ha confirmado el propio Consell, Camarero se conectó a la reunión telemática del Cecopi el 29 de octubre a las 17.02 horas y se desconectó a las 17.40, apenas 38 minutos después, para desplazarse al acto de la patronal valenciana. Esa información figura en el listado oficial de personas conectadas, remitido por el Centro de Coordinación de Emergencias a la jueza que instruye la causa sobre la gestión de la Dana, que dejó seis fallecidos en la residencia de mayores de Paiporta y graves daños materiales en diferentes municipios de la Comunitat Valenciana.
Morant expresó su sorpresa ante estos datos. “Hasta ahora nos habían dicho directamente que no había estado en ese Cecopi, y yo no puedo más que transmitir indignación”, declaró. En su opinión, los valencianos “ya no podemos más con esta tomadura de pelo que continúa haciendo el Partido Popular en su conjunto”.
La ministra subrayó que no puede “ponerse en la piel de las víctimas que estarán de nuevo desoladas” al conocer estos detalles. “No podemos con más mentiras, no podemos con más negligencia, y por lo tanto volvemos a exigir la asunción de responsabilidades porque el Consell, en su conjunto, sabiendo lo que estaba pasando, dejó a los valencianos y a las valencianas abandonadas”, insistió.
La dirigente socialista fue más allá y señaló directamente al presidente Mazón y a la propia Camarero. “La vicepresidenta se fue a una gala; el presidente de la Generalitat estaba en el bar... es inasumible. Son unos sinvergüenzas y ya es suficiente”, afirmó con dureza. Para Morant, la única salida posible es la disolución del gobierno valenciano y la convocatoria de elecciones anticipadas. “No se puede seguir causando tanto dolor ni tanta indignación”, sostuvo.
Diana Morant: “Son unos sinvergüenzas y ya es suficiente”
En términos igualmente duros se pronunció la diputada de Compromís Nathalie Torres. Según denunció, mientras la consellera “estaba luciendo palmito en una entrega de premios, las personas mayores estaban ahogándose en las residencias”. A su juicio, la responsabilidad política es incuestionable: “Mazón, Camarero y todo el Consell deberían irse a casa por negligentes, irresponsables y mentirosos. El pueblo valenciano no se merece tanta indignidad”.
Torres fue aún más directa respecto a la consellera: “Debería dimitir inmediatamente. ¿Cómo todavía tiene la poca vergüenza de seguir en su cargo? Igual que su jefe Mazón, que un año después todavía no sabemos dónde estaba durante esas horas fatídicas”.
Camarero compareció en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell y defendió su actuación. En primer lugar, recalcó que ella no forma parte del Cecopi ni es miembro del órgano que coordina las emergencias. “Yo no abandono un órgano del que no soy miembro”, declaró. Según su versión, el 29 de octubre cumplió con sus funciones de supervisar la situación en los centros de menores y residencias de la Comunitat, bajo su responsabilidad directa.
La vicepresidenta aseguró que estuvo en contacto desde primera hora de la mañana con su departamento y con alcaldes de municipios afectados. “Estuve conectada desde las 8.00 horas, hablando con alcaldes y permanentemente atendiendo a incidencias. Hubiese sido un error estar en mi casa viendo la televisión, pero no lo fue cumplir con mis funciones”, afirmó.
La vicepresidenta aseguró que estuvo en contacto desde primera hora de la mañana con su departamento y con alcaldes de municipios afectados
Respecto a su breve conexión al Cecopi, explicó que se incluyó a su conselleria en esas reuniones a raíz de un incendio registrado meses antes cerca de una residencia, y que su interés era comprobar la información disponible sobre los municipios donde había centros de servicios sociales. “Los ratos que pude conectarme fueron para conocer de primera mano qué actuaciones llevar a cabo”, señaló.
Camarero rechazó que su asistencia al acto de la CEV fuera incompatible con su trabajo aquel día. Explicó que la gala duró alrededor de una hora y que, mientras tanto, el secretario autonómico de su conselleria permaneció conectado al Cecopi en su lugar. “Hay una intencionalidad obvia y evidente de hacer ruido”, dijo.
La consellera también apuntó hacia otros organismos. “Ojalá que quienes estaban presentes en el Cecopi con responsabilidades, como Aemet o la Confederación Hidrográfica del Júcar, hubiesen dado la información necesaria para tomar otras medidas distintas de las que se tomaron”, reprochó. Según añadió, la última información disponible sobre el caudal del Barranco del Poyo, a las 17.30, era que estaba decreciendo, por lo que no existía una alarma inmediata.
Las críticas de la oposición se producen en un contexto de investigación judicial abierta sobre la gestión de la Dana. La jueza ha requerido documentación al Centro de Coordinación de Emergencias y mantiene imputada a la exconsellera de Justicia y actual responsable de Medio Ambiente, Salomé Pradas, que en aquel momento era la titular de Emergencias.
El informe entregado recientemente a la magistrada recoge el listado de asistentes a las reuniones del Cecopi, en el que figura la breve participación de Camarero. Para la consellera, que diez meses después se siga cuestionando su papel es “chocante cuando no delirante”.
El episodio vuelve a tensionar la vida política valenciana. PSPV y Compromís coinciden en exigir la dimisión del Consell, mientras que el Partido Popular denuncia una campaña de desgaste y mantiene que sus responsables actuaron con diligencia.
El episodio vuelve a tensionar la vida política valenciana. PSPV y Compromís coinciden en exigir la dimisión del Consell
La batalla dialéctica, en todo caso, evidencia que la gestión de la Dana sigue siendo una herida abierta en la Comunitat Valenciana, tanto para las familias de las víctimas como en el terreno político. El informe judicial y las declaraciones cruzadas prometen mantener vivo el debate durante los próximos meses.