El peso del comprador no residente agrava la crisis de vivienda en Alicante

Comunidad Valenciana

El gran número de extranjeros que pagan al contado eleva precios y reduce la oferta

Edificio en construcción en Benalúa Sur, Alicante.

Edificio en construcción en Benalúa Sur, Alicante. 

EB

La preocupación ante la dificultad para acceder a una vivienda no es un problema exclusivo de los alicantinos, especialmente los jóvenes, que observan cómo los precios se disparan año a año, incluso mes a mes, sino que es común en la mayor parte de Europa. Sin embargo, la situación del mercado inmobiliario de la provincia ofrece algunas singularidades que agravan el problema. Especialmente, el enorme peso de los extranjeros no residentes en el lado de la demanda, puesto que suponen alrededor del 45% de los comparadores. Y esas adquisiciones se realizan a tocateja, en cash, en un porcentaje tan elevado que suponen cerca de la mitad de las operaciones. Esas compras al contado, sin hipoteca ni crédito alguno, constituyen una circunstancia que agrada a los vendedores y obliga a competir en clara desigualdad al comprador local, que ni tiene el nivel de ingresos de los inversores foráneos ni cuenta con una acceso fácil a un mercado hipotecario que se ha reducido tanto que es apenas el 30% de lo que fue en tiempos del llamado boom del ladrillo.

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Estas singularidades se dan además de manera muy destacada en la provincia de Alicante, puesto que ni siquiera la malagueña Costa del Sol se aproxima a los porcentajes de adquisición por no residentes que se dan en la Costa Blanca.

Así lo explica Paloma Taltavull, coautora de un diagnóstico sobre la accesibilidad a la vivienda en la Comunidad Valenciana realizado por el departamento de Análisis Económico Aplicado de la Universidad de Alicante: “En Valencia y Castellón los precios de las viviendas dependen sobre todo de la renta de los residentes, igual que en el conjunto del país, donde el precio lo determina sobre todo el nivel de ingresos de los trabajadores en España; los precios en Alicante dependen de los extranjeros”.

Según el análisis, la solución debe venir por un fuerte aumento de la oferta que supla la escasez de vivienda

El análisis de los expertos de la UA -que han estudiado a fondo la evolución del mercado inmobiliario en toda Europa- describe un círculo vicioso que desemboca en la actual falta de accesibilidad a la vivienda. En los que llevamos de siglo, el crecimiento económico y los flujos migratorios han provocado un fuerte aumento de la demanda en Europa al que la oferta no ha respondido, sobre todo a partir de la crisis financiera de 2007 que, de forma rotunda en España, la Comunidad Valenciana y sobre todo en Alicante, hundió el sector de la construcción. Las dificultades para acceder a la financiación debidas a los nuevos límites de riesgo imposibilitan la compra a un gran número de demandantes que se ven obligados a recurrir al alquiler, lo cual eleva las rentas muy por encima de los límites de un 30% de los ingresos, el máximo que se considera deseable. Se produce la paradoja de que, tal como explica Taltavull, pese a las dificultades para comprar, hoy es más interesante hacerlo que alquilar, puesto que -siempre que se logre la financiación- la hipoteca media no obliga a destinar un porcentaje tan alto a la vivienda. Pero es aquí donde la abrumadora presencia de inversores ‘tradicionales’ como holandeses, británicos, alemanes, pero también polacos o argelinos, con alta y rápida disponibilidad de fondos causa un desequilibrio en el mercado alicantino que no se produce, al menos no de manera tan acusada, en el resto de España.

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Según el análisis de la UA, la solución debe venir sobre todo por un fuerte aumento de la oferta que supla la escasez de vivienda debida al colapso del sector de la construcción, que aún está lejos de acercarse a los niveles de actividad previos a la crisis. A ello deberán acompañarlo algunas de las medidas que ya se apuntan, como los préstamos garantizados por el Estado con créditos a un tipo de interés reducido para los jóvenes y otros colectivos más vulnerables.

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