La Berlinale, el veterano festival internacional de cine de Berlín, celebra este año su 75.ª edición, convertido en una cita ineludible en el panorama cinematográfico europeo e internacional, en una terna junto a los de Cannes y Venecia. Fundado en 1951 para el público berlinés, a inicios de la guerra fría, cuando Berlín era una ciudad dividida con casas todavía en ruinas pero el muro aún no existía, el certamen se convirtió poco a poco en una pasarela de estrellas y en una ventana a occidente para Berlín Oeste.
La RDA comunista construyó el muro físico de separación en 1961, y el sector occidental de la ciudad etiquetó su festival como “escaparate del mundo libre”. Al principio se celebraba en junio y no cada año, y a partir de 1978, cuando se fijó la periodicidad anual, pasó a tener lugar en febrero.
En 1951
En la primera edición la película inaugural fue 'Rebeca', de Alfred Hitchcock, y a la proyección asistió Joan Fontaine
Para conmemorar el aniversario, el Stadtmuseum (museo de la ciudad) de Berlín ofrece una exposición digital con imágenes de intérpretes y cineastas, tomadas en esas primeras décadas por el fotógrafo Harry Croner (1903-1992), gran reportero gráfico de la posguerra de Berlín, donde nació y murió. Las fotos pertenecen desde 1989 a los fondos de la colección teatral del Stadtmuseum.

La actriz austriaca Romy Schneider, saludando a fans en Berlín en 1957, fotografiada por Harry Croner
En la muestra, titulada La Berlinale en imágenes y comisariada por Robert Wein y Heiko Noack, vemos desfilar en fotos en blanco y negro a actrices y actores en momentos gloriosos de bienvenida, encuentros con aficionados, paseos por Berlín Oeste y glamur de celuloide. Aflora de vez en cuando la política, como en esa imagen de Willy Brandt, alcalde gobernador de Berlín, dando un discurso festivo en la Berlinale de 1960.
Entre los retratados por el fotógrafo alemán Harry Croner figuran muchas estrellas de Hollywood, como Henry Fonda, John Wayne, Sidney Poitier, James Stewart, Esther Williams, Ernest Borgnine o Gena Rowlands. Pero también abundan los intérpretes europeos, como las italianas Gina Lollobrigida, Claudia Cardinale y Laura Betti, la austriaca Romy Schneider, o los británicos Alec Guinness y Helen Mirren. Entre los cineastas, observamos al italiano Pier Paolo Pasolini, el estadounidense John Cassavetes y el alemán Rainer Werner Fassbinder. Algunos de estos personajes aparecen recogiendo galardones, desde el Oso de Oro a la mejor película hasta Osos de Plata de las diversas categorías.

La actriz Laura Betti y el cineasta Pier Paolo Pasolini, ambos italianos, en Berlín en junio-julio de 1972, fotografiados por Harry Croner
El festival de Berlín fue idea de un funcionario cinematográfico estadounidense, Oscar Martay. Ese primer año 1951 la película inaugural fue Rebeca, del director Alfred Hitchcock, y asistió la actriz protagonista, Joan Fontaine, en una proyección en el Titania Palast. Se optó por no programar una película de estreno, sino una que no hubiera estado en la cartelera alemana durante la Segunda Guerra Mundial, y era el caso de Rebeca, que se había estrenado en 1940. En los primeros decenios, el cine principal para las proyecciones era el Zoo Palast, junto al zoológico berlinés.
En el año 2000, diez años después de la reunificación de Alemania tras la caída del muro de Berlín en 1989, la Berlinale se trasladó a su actual emplazamiento en Potsdamer Platz. Las películas principales se proyectan en el Berlinale Palast, ubicado en una plaza de nombre significativo, Marlene-Dietrich-Platz, pero también en otros cines de la zona y del resto de la ciudad. Las cintas de otras secciones del certamen se proyectan en cines diversos, entre ellos el siempre entrañable Zoo Palast. La nueva directora de la Berlinale, la estadounidense Tricia Tuttle, es la primer mujer que dirige en solitario el festival.
Historia
El pasado nazi del primer director de la Berlinale, Alfred Bauer
En la muestra digital vemos a la actriz italiana Claudia Cardinale recibiendo flores a su llegada a Berlín en 1964 junto a Alfred Bauer, director de la Berlinale desde su fundación en 1951 hasta 1976. Bauer fue clave en la creación y consolidación del festival. En enero del 2020 saltó a la luz pública que el papel desempeñado por Bauer como asesor cinematográfico en la Reichsfilmintendanz, la institución de control de la producción cinematográfica durante el régimen nazi, fue más relevante de lo que se creía. También se comprobó que, a partir de 1945, Alfred Bauer mintió y ocultó sistemáticamente su pasado nazi. Entre 1987 y 2019, la Berlinale concedía un premio que llevaba su nombre: primero de modo intermitente, a partir de 1996 con carácter anual, y desde el 2013 con el nombre de Oso de Plata Alfred Bauer. Debido a las revelaciones sobre su implicación nazi, el premio pasó a llamarse desde el 2021 Oso de Plata del Jurado.