Alojarse en Paradores por primera vez: cinco recomendaciones para principiantes

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Una guía para aprovechar al máximo tu estancia en estos singulares alojamientos. Desde monasterios y castillos hasta edificios en la playa, la ciudad o la montaña, donde la historia, la cultura, la gastronomía y el arte se combinan para ofrecerte una experiencia inolvidable. Si es tu primera vez, no será la última

En modernos edificios o en construcciones con siglos de historia, una estancia en Paradores es siempre única e irrepetible. Lo tiene todo: cultura, gastronomía y arte.

El emblemático Parador de Ciudad Rodrigo es uno de sus impresionantes alojamientos históricos

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Siempre hay una primera vez para todo en la que no faltan los nervios ni las expectativas. Tampoco la ilusión. Estrenarse en algo es un momento especial e irrepetible que se quedará grabado en la memoria, así pasen los años. Sucede en muchos momentos de nuestra vida: la primera vez que montamos en bici, el primer trabajo, la primera casa o el primer viaje al extranjero. En cualquiera de esas circunstancias, un mundo nuevo se descubre ante nuestros ojos. Y tú, ¿cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez? Quizá no lo recuerdes. Quizá andes buscando ideas para volver a sentir esa mezcla de incertidumbre y emoción. Quizá estés buscando una nueva aventura que transcurra en un lugar poco convencional. Quizá quieras alojarte por primera vez en Paradores y comprobar de primera mano que frente a lo convencional, surge lo excepcional por muchas razones:

Castillos, monasterios, palacios y conventos ofrecen una inmersión en la historia y la cultura local. También el Parador de Gredos, el primero de todos los de la red

Castillos, monasterios, palacios y conventos ofrecen una inmersión en la historia y la cultura local. También el Parador de Gredos, el primero de todos los de la red

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1) Por los edificios históricos donde se ubican. Castillos, monasterios, palacios y conventos no solo ofrecen comodidad, sino también una inmersión en la historia y la cultura local. No todos te trasladan al pasado, los hay de nueva construcción, absolutamente vanguardistas, o emplazados en entornos naturales únicos, como parques naturales, montañas o costas, que regalan privilegiadas vistas del paisaje... que “curan”.

2) Por el legado artístico que atesoran. De Juan de Juni a Luca Giordano, pasando por Tapies, Miró o incluso Picasso. La vasta colección de arte de Paradores asciende a casi 10.000 piezas entre pinturas, esculturas, tapices, restos arqueológicos, mobiliario o fotografía. Son obras clásicas y contemporáneas, para que la escapada sea completa. La cultura siempre eleva la experiencia.

Platos típicos de la región, ingredientes locales y recetas tradicionales desfilan por los restaurantes de Paradores. El del Parador de Toledo rinde homenaje a la cocina de las tres culturas que un día convivieron en la ciudad

Platos típicos de la región, ingredientes locales y recetas tradicionales desfilan por los restaurantes de Paradores. El del Parador de Toledo rinde homenaje a la cocina de las tres culturas que un día convivieron en la ciudad

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3) Por la gastronomía que brilla en sus restaurantes. Cada Parador se esfuerza por ofrecer platos típicos de la región donde se encuentra, utilizando ingredientes locales y recetas tradicionales. La temporalidad también manda, en una apuesta por el producto de cercanía y de temporada y la materia prima de calidad. Lo mejor: estés alojado o no en un Parador, podrás reservar mesa en su restaurante. Hay más de cien en toda la cadena.

4) Por las actividades que ofrece en el entorno, dentro de su iniciativa Naturaleza para los Sentidos, pensada para dinamizar el empleo y la economía de zonas rurales. De hecho, más del 70% de estos alojamientos se encuentran en zonas con menos de 35.000 habitantes.

Cada estancia en Paradores es una oportunidad para vivir algo especial y diferente. Despertar en un antiguo monasterio benedictino con trece siglos de antigüedad es posible en el Parador de Cangas de Onís

Despertar en un antiguo monasterio benedictino con trece siglos de antigüedad es posible en el Parador de Cangas de Onís

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5) Porque quedarse en un Parador es, así, una experiencia en sí misma. Desde desayunar en el antiguo refectorio de un monasterio hasta pasar la noche en la torre de un castillo, cada estancia es una oportunidad para vivir algo especial y diferente.

Toma nota de estos Paradores y conoce las diferentes opciones para aprovechar al máximo tu estancia. Una advertencia: si vas una vez, volverás seguro.

Parador de Cangas de Onís o cómo sumergirte en la vida de un monasterio

Imagina despertar en un antiguo monasterio benedictino con trece siglos de antigüedad. Un lugar muy especial, a orillas del Sella y a cobijo de los Picos de Europa, que te acerca a los tiempos de los primeros reyes astures. Declarado Monumento Nacional, el Parador de Cangas de Onís es uno de los destinos ideales para iniciar tus escapadas a Paradores porque combina la tranquilidad de su entorno natural con su impresionante arquitectura, incluyendo la espectacular iglesia románica anexa. Cada rincón cuenta una historia. Su claustro central, el pozo del siglo XVII, el antiguo granero o incluso el refectorio, donde probar hoy los contundentes y deliciosos platos de la tierra, como legumbres, quesos, pescados del Cantábrico y postres de tradición monacal.

La fabada asturiana tradicional con su compango en uno de los platos estrella del refectorio del Parador de Cangas de Onís, donde se pueden degustar platos de la región

La fabada asturiana tradicional con su compango en uno de los platos estrella del refectorio del Parador de Cangas de Onís, donde se pueden degustar platos de la región

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No te marches sin… acercarte a observar los capiteles de la iglesia, en cuyos relieves se ilustra la muerte del rey Favila, hijo de Don Pelayo, que fue atacado por un oso.

Imprescindible también… participar en alguna de las actividades que propone el Parador, como el recorrido teatralizado por el monasterio a cargo de un monje benedictino, visitar una granja de ovejas y cabras (con degustación incluida de quesos) o disfrutar de un juego de pistas para esclarecer un asesinato real que tuvo lugar en este Monasterio. Y como colofón, el visionado de la película El nombre de la rosa.

El Parador de Cangas de Onís, a orillas del Sella y a cobijo de los Picos de Europa, te acerca a los tiempos de los primeros reyes astures

El Parador de Cangas de Onís se encuentra junto a una bonita iglesia románica del siglo XII

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El lugar de la sierra donde todo comenzó: Parador de Gredos

No solo es el primero de la red de Paradores, sino también un refugio de montaña con vistas espectaculares a la naturaleza. Inaugurado en 1928, el Parador de Gredos tiene una historia especial: fue aquí donde se redactó el primer borrador de la Constitución Española de 1978, de ahí que una de tus primeras opciones para conocer la red pase por este precioso enclave de piedra y pizarra, rodeado de montañas y bosques. Pero que no te engañe su reciente origen. A pesar de ser un edificio del siglo XX, su fachada tiene historia. Es una portada mudéjar de un edificio civil del siglo XV, encontrado en ruinas en Villacastín; un detalle que refleja el interés de Paradores por la recuperación del patrimonio y la integración de elementos históricos en sus edificios. Además, el sitio es ideal para los amantes de la naturaleza y el senderismo o, simplemente, para los que buscan un poco de descanso y desconexión del bullicio de la ciudad. No hay nada como despertar con el aire fresco de la sierra y disfrutar de las vistas panorámicas; una experiencia que no olvidarás.

Inaugurado en 1928, el Parador de Gredos es el primero de la red: un refugio de montaña con vistas espectaculares al Valle de Tormes, la Sierra de Piedrahíta y Béjar y el macizo de Gredos

Inaugurado en 1928, el Parador de Gredos es un refugio de montaña con vistas al Valle de Tormes, la Sierra de Piedrahíta y Béjar y el macizo de Gredos

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No te marches sin… sentir la atmósfera especial que emana del Salón del Silencio, rebautizado como Salón de los Ponentes, donde elaboraron el primer texto de la Constitución Española. Allí reposa una vitrina con vestigios del momento, incluyendo una foto y una placa que recuerda a los “siete magníficos”, que redactaron aquel primer borrador.

Imprescindible también… subir a la terraza después de haber degustado unas buenas alubias del Barco y disfrutar de las vistas del Valle de Tormes, la Sierra de Piedrahíta y Béjar y el macizo de Gredos. Un impresionante rincón también por la noche, para contemplar el cielo repleto de estrellas. No olvides tampoco participar en un paseo a caballo desde Hoyo del Espino o un recorrido a pie por la zona para avistar aves.

En el Salón de los Ponentes del Parador de Gredos se elaboró el primer texto de la Constitución Española

En el Salón de los Ponentes del Parador de Gredos se elaboró el primer texto de la Constitución Española

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Tu estreno medieval en Ciudad Rodrigo

Si alguna vez soñaste con pasar la noche en un castillo, el Parador de Ciudad Rodrigo es tu destino. Esta impresionante fortaleza del siglo XIV, testigo de la historia de Castilla, cuenta con todos los elementos para una escapada puramente medieval: sus almenas y matacanes, sus ventanas de arcos góticos y una imponente torre de casi 20 metros de altura que preside el perfil de Ciudad Rodrigo. Situado en lo alto de una colina, ofrece vistas panorámicas de la ciudad y el río Águeda. Reconstruido por Enrique II de Trastámara, es el lugar ideal para tu primera noche en un castillo, donde cada detalle está diseñado para hacerte sentir como reyes y para comer como ellos. Su restaurante ofrece deliciosos productos y platos locales como el jamón de Guijuelo, el farinato, el cordero y sus míticos huevos tapados.

Paradores atesora una impresionante colección de arte. El tapiz francés de la Diosa Cibeles del siglo XVII se puede contemplar en el Parador de Ciudad Rodrigo

Paradores atesora una impresionante colección de arte. El tapiz francés de la Diosa Cibeles del siglo XVII se puede contemplar en el Parador de Ciudad Rodrigo

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No te marches sin… dedicar un tiempo a contemplar el tapiz francés de la Diosa Cibeles del siglo XVII, uno de los ejemplos de la impresionante colección de arte de Paradores. Y no el único. El Parador también cuenta con una copia del cuadro expuesto en el Louvre Las bodas de Caná de Gerard David y con una talla de un rey castellano del siglo XVIII.

Imprescindible también… participar en un recorrido que te descubre los espacios más recónditos del castillo mediante personajes ligados a la historia del alcázar. Ya en el exterior, agradecerás entrar en contacto con la naturaleza y hacer un descenso en piragua por el río Águeda o aprender todo lo que siempre has querido saber sobre el mundo del aceite visitando una almazara. Actividades, todas ellas, propuestas por el Parador.

El Parador de Ciudad Rodrigo, que se levanta en una impresionante fortaleza del siglo XIV, cuenta con todos los elementos para una escapada puramente medieval

El Parador de Ciudad Rodrigo, que se levanta en una impresionante fortaleza del siglo XIV, cuenta con todos los elementos para una escapada puramente medieval

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Parador de Mojácar: debutando en un paraíso al borde del mar

Para aquellos que buscan su primera experiencia en un Parador a pie de playa, el Parador de Mojácar es ideal. Y lo es porque brinda uno de los amaneceres más bellos desde el mar. Porque la vista siempre es azul, ya que el mar llena de color la bonita panorámica que se disfruta desde la terraza y las habitaciones. Porque cada uno de sus rincones está pensado para la desconexión y la relajación total. Porque cuenta con pistas de pádel, solárium, piscina de temporada y con una cocina marinera de exquisitos pescados, mariscos y guisos típicos de la zona. Y porque se encuentra en uno de los Pueblos Más Bonitos de España, visible desde el propio Parador.

El mar llena de color la bonita panorámica del Parador de Mojácar, que se disfruta desde la terraza y las habitaciones

El mar llena de color la bonita panorámica del Parador de Mojácar, que se disfruta desde la terraza y las habitaciones

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No te marches sin… subir al pintoresco pueblo, de casitas blancas, a solo cinco minutos en coche y perderte por sus estrechas callejuelas. Un lugar de aire bohemio, con mucho encanto, repleto de tiendas y rincones para fotografiar.

Imprescindible también… acercarte al Cabo de Gata, a apenas 30 minutos en coche. El paraje volcánico de acantilados mejor conservado de Europa. Todo un paraíso de recónditas calas de agua cristalina, aderezado en su interior por molinos, aljibes, fortalezas y otras fortificaciones defensivas como el Castillo de San Pedro.

El entorno absolutamente natural del Parador de Mojácar conquista tanto como la experiencia de alojarse en él

Un entorno natural privilegiado hace del Parador de Mojácar un lugar ideal para la desconexión

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El Parador de Toledo o cómo iniciarse en Paradores en el mejor mirador de la ciudad

El Parador de Toledo ofrece una vista inigualable de la ciudad imperial. Situado en una colina, permite contemplar la majestuosidad de Toledo desde una perspectiva única. Sus terrazas y miradores ofrecen panorámicas espectaculares, especialmente al atardecer, cuando la ciudad se tiñe de tonos dorados. Pasear por sus jardines y disfrutar de una copa de vino mientras contemplas la vista es una experiencia muy recomendable. Es el lugar perfecto para tu primera vez en una ciudad histórica, donde cada rincón te invita a descubrir la riqueza cultural de Toledo y su prolífica y deliciosa gastronomía: las migas del pastor, el atascaburras, el pisto manchego, el cordero asado… La carta del restaurante del Parador es todo un homenaje a la cocina de las tres culturas que un día convivieron en esta legendaria ciudad.

Situado en una colina, el Parador de Toledo permite contemplar la majestuosidad de la ciudad desde una perspectiva única, especialmente al atardecer, cuando Toledo se tiñe de tonos dorados

Situado en una colina, el Parador de Toledo permite contemplar la majestuosidad de la ciudad desde una perspectiva única, especialmente al atardecer

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No te marches sin… echar un intenso día en Toledo, pateando sus calles y visitando sus principales monumentos: el Alcázar, la impresionante catedral gótica, la Plaza de Zocodóver y la iglesia de Santo Tomé, que atesora el mítico cuadro de El Greco El entierro del conde Orgaz.

Imprescindible también… visitar, a solo media hora del Parador, las Barrancas de Burujón. Una suerte de Cañón del Colorado, pero en tierras manchegas, que presenta espectaculares cortados arcillosos, formados por la erosión del viento y las aguas del Tajo sobre sedimentos de hace 25 millones de años.

El Parador de Toledo es el alojamiento perfecto para tu primera vez en una ciudad histórica, donde cada uno de sus rincones te invita a descubrir su riqueza cultural y su  deliciosa gastronomía

El Parador de Toledo es el alojamiento perfecto para tu primera vez en una ciudad histórica, donde cada uno de sus rincones te invita a descubrir su riqueza cultural y su deliciosa gastronomía

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