En el Centro Comercial Arenas, entre el bullicio de turistas y vecinos que atraviesan cada día la antigua plaza de toros, hay un pequeño local que desde hace algunos años opera repartiendo ilusión. Es una administración de lotería joven, con apenas una década de vida, pero que, especialmente en diciembre, se convierte en un lugar del que no para de entrar y salir gente constantemente en busca de ese número que todos desean. Allí trabaja Víctor Fernández, de 32 años, que empezó en el oficio con apenas 22 y que hoy dirige uno de los puntos de venta que más premios ha repartido en los últimos años.
El suyo no es un trabajo de mostrador, ni de abrir y cerrar persiana, sino un oficio de madrugadas, inventarios, llamadas incesantes y la presión de tener que gestionar un equipo humano, algo que la gente no ve desde fuera. Mientras el país fantasea con el Gordo, Víctor y su equipo gestionan colas que muchas veces dan la vuelta a la plaza, diseñan sistemas para agilizar ventas y acompañan a clientes que viven la lotería como un ritual anual, a medio camino entre la tradición y la superstición. Porque, para él y su equipo, el 22 de diciembre, día en que se realiza el sorteo de Navidad, es también el más importante del año. Lo relata en Guyana Guardian.
Lotería de Navidad
Un margen mucho menor del que la gente cree
¿Cuánto puede llegar a ganar realmente una administración de lotería en un mes como diciembre?
Diciembre es el mes clave: concentramos prácticamente la mitad de toda la campaña. Pero mucha gente piensa que nos forramos y no es así. Por cada décimo de Navidad ganamos un 4,5% bruto: 90 céntimos. Para sostener esto hemos tenido que invertir en reformas, tecnología y personal durante años. Somos una administración joven, creada desde cero, sin heredar clientela ni estructura, y el margen no se ajusta al coste real de la vida. Aun así, nuestro objetivo no es quejarnos, sino crecer, llegar a más gente y seguir repartiendo premios.
Las colas en la administración muchas veces dan la vuelta incluso a toda la plaza
¿De verdad solo 90 céntimos por décimo? Suena poquísimo.
Sí. Y en otros sorteos, como los de jueves o sábado, la comisión es del 6%, un poco más. Cuando empiezas a sumar alquiler, sueldos, impuestos y programas informáticos, entiendes que no hay margen para improvisar. No podemos subir precios, porque vienen marcados por Loterías y Apuestas del Estado. Por eso insisto: no es un negocio tan rentable como se cree; es un negocio de volumen.
La obsesión este año ha sido el número 25, lo agotamos en verano
¿Cuánto se gasta de media la gente en la Lotería de Navidad? ¿Ha cambiado en los últimos años?
La mayoría compra entre 3 y 5 décimos. Yo lo veo más como una pequeña inversión de ilusión que como un gasto. Este año, además, nuestro ticket medio ha subido muchísimo por un producto que ya vendíamos, pero que se ha hecho viral: el Súper Décimo.
¿Qué es exactamente el “Súper Décimo”?
Es un pack con todas las terminaciones del 00 al 99. Para quien ya compra mucha lotería, le asegura un retorno mínimo —500 euros en Navidad y 900 en el Niño— con una inversión de 2.000 euros. Nosotros lo vendíamos desde hace años, pero hicimos un vídeo y se viralizó. Hemos llegado a prepararlos de noche para poder abastecer pedidos. Ha sido una locura, pero también una alegría. Ahora bien, siempre insisto en que no es algo para todo el mundo ni incitamos a ello, solo lo recomendamos para gente que ya de por sí suele comprar bastante cada año.
Lotería de Navidad
La obsesión por las terminaciones y los números malditos
¿Cuál es la terminación más buscada este año? ¿Y hay algún número que no quiere nadie?
La obsesión este año ha sido el 25, lo agotamos en verano. En cambio, décimos terminados en 00 o algunos otros como el 99699 no los quiere casi nadie. Nos llegó entero en julio y estuvo semanas sin que nadie lo reservara. Solo cuando se agotan otras opciones empieza a moverse.
Una de las claves de que el trabajo funcione y los resultados lleguen es el gran equipo humano que está detrás de la administración
¿Qué errores suele cometer la gente al comprar lotería?
Más que errores, hábitos poco prácticos. Por ejemplo, comprar muchas terminaciones iguales. Si alguien ya tiene la costumbre de comprar varios décimos, siempre es mejor variar para asegurar algún premio menor. Pero no existe ningún patrón. Si hubiera un sistema para ganar, hace años que estaría descubierto.
¿Cuándo empieza realmente la fiebre por la Lotería de Navidad?
En cuanto sale a la venta. La lotería se ha convertido en un souvenir: por 20 euros te llevas un recuerdo de Barcelona o de cualquier otro lugar, pero este año ha cambiado algo, y es que hemos visto mucha previsión. Fechas de nacimiento, aniversarios, códigos postales… la gente ha venido a buscarlos en verano, sabiendo que se acaban pronto.
Nuestro local es pequeño, pero hay días en los que movemos más dinero que un gran almacén
¿Cómo se gestionan los días previos al sorteo, con tanta avalancha de gente?
Con calma, mucho orden y un equipo fuerte. No puedes dejarte contagiar por el caos exterior. Hacemos inventarios diarios, revisiones constantes y control de todos los canales: web, teléfono, ventanilla, empresas… Nuestro local es pequeño, pero hay días en los que movemos más dinero que un gran almacén. Es un privilegio, pero también una gran responsabilidad.
La administración ha repartido varios grandes premios en los últimos años
¿Cómo cambia todo cuando dais un premio importante?
Primero, silencio absoluto. Luego, correr a los ordenadores para confirmar. Después llega la explosión: gritos, abrazos… Para nosotros es un privilegio haber repartido premios tantos años seguidos. Tras eso empieza el trabajo: medios, llamadas, localizar si el número se vendió en ventanilla, web o empresa. Y en plena alegría ya tienes que preparar la campaña del Niño, que es aún más intensa.
Lotería de Navidad
Historias que marcan para siempre
¿Tienes alguna anécdota especialmente emotiva?
Varias. Una muy dura fue la de un señor mayor, enfermo, que ese mismo día había conseguido una habitación social para vivir. Le tocaron 23.471 euros y se tuvo que sentar del impacto.
Otra: un cliente vino buscando un 69 y solo quedaba el 44469. No lo quiso. Al volver, mi cuñado le insistió y se lo llevó. Acabó siendo segundo premio del Niño.
Y una más reciente: un cliente que siempre jugaba los mismos números de Primitiva no pudo echarlos aquí, le tocaron en otro sitio y vino a pedirnos perdón por ello. Cuando tuvo problemas para cobrarlo, fui personalmente con él al banco. Una semana después volvió con 4.000 euros como propina para el equipo. Nunca nos habían regalado nada así.
¿Cómo se cobra un premio importante?
Si es superior a 2.000 euros, se cobra en BBVA o CaixaBank con el décimo original y el DNI. Si el premio es compartido, es imprescindible ir todos juntos al banco antes de cobrar, para evitar problemas fiscales. Online varía según dónde se compre: si es en una administración física (como la nuestra), custodiamos el décimo y lo entregamos al titular. En la web oficial de Loterías, gestionan ellos desde la cuenta asociada y no permiten premiar de forma compartida.
El día del sorteo, la expectación siempre es máxima
¿Qué probabilidades reales hay de ganar un premio grande?
Nunca las he calculado porque no soy matemático, pero sí sé que la suerte es caprichosa. ¿Qué probabilidades hay de que la misma administración dé varios premios importantes en el mismo sorteo? Y, sin embargo, pasa. La vida te demuestra que cosas improbables ocurren. Yo solo creo en la combinación de fe y acción: lo que no está en tu mano, déjalo al azar; lo demás, trabájalo.
La suerte no depende de nosotros, pero el trabajo, sí
¿Cuál ha sido el premio que más te ha marcado personalmente?
El segundo premio del Niño del año pasado. Me pilló en el hospital, con mi hijo recién nacido. Era la primera vez que no vivía el sorteo desde aquí. Tuve que venir corriendo para celebrarlo. Fue un antes y un después para mí.
¿Cómo vivís el 22 de diciembre dentro de la administración?
Con nervios, ilusión y un punto de locura. Abrimos de 8 a 21 h, recibimos llamadas como si fuéramos una teleoperadora nacional y aun así intentamos dar a cada persona la atención que merece. Este año ya tenemos preparado hasta el altavoz del catering para celebrar lo que venga. La suerte no depende de nosotros, pero el trabajo, sí.
