Caminando de una sala a otra creerá estar en un hotel de 5 estrellas que ha cuidado cada detalle de su interiorismo y en el que los demás huéspedes son particularmente educados y portadores de esa actitud sencilla que da la cultura. Los ojos vagan del rincón de la entrada, en que fueron colocados manualmente unos mosaicos artesanales traídos de Egipto, a la serena luz que penetra por un ventanal, desde el que también pueden verse las palmeras.
Olvida el que pasea por el Zem Wellness Clinic Altea que en realidad este hotel es una clínica y que los turistas que lo habitan son personas que han venido a disfrutar de una cura de salud. Una cura que empieza por el aire limpio del Mediterráneo, y de los picos de la sierra de Bernia. Un oxígeno que adoran los amantes de la vida y que son precisamente los que buscan este lugar especializado en longevidad.
Una cura que empieza por el aire limpio del Mediterráneo, y de los picos de la sierra de Bernia

Zona de spa del Zem Wellness Clinic Altea
Todo el que llega aquí comprende que 'Zem' es la unión de la palabra zen -el estado más saludable y pleno que puede alcanzarse- y 'Mediterráneo', el mar de aguas templadas que facilita la existencia de una de las dietas más asociadas a la longevidad del mundo.
Cada huésped o paciente, se somete en este lugar a un protocolo que mejorará su salud a través de la nutrición -imposible descartar el elemento básico del bienestar-; de un diagnóstico preciso realizado por el equipo médico con técnicas vanguardistas; y de programas multidisciplinares y personalizados para abordar todo aquello que sea detectado.

Interior del hotel Zem Wellness Clinic Altea
En la mesa de Zem los platos cuentan historias que empezaron a existir en la tierra que la rodea. Los colores y sabores de los ingredientes tienen su origen en la finca Althaya, un remanso agrícola de 75.000 metros cuadrados. La dieta se convierte en ritual de rejuvenecimiento y limpieza.
Los protocolos combinan el placer de la gastronomía -con la que nadie sufre-, con programas completos que abordan las necesidades físicas, metabólicas y energéticas de cada paciente-huésped. El equipo médico está formado por profesionales especializados en distintas áreas pero que trabajan en sinergia a la búsqueda de los mismos objetivos: los de cada huésped.

Dra. Tanya Alvarez de Zem Wellness Clinic Altea
Forman parte de estos programas experiencias con la tecnología más avanzada -como la estimulación vibroacústica Welnamis o los infrarrojos ionizados-, los tratamientos estéticos que mejoran la imagen, porque en Zem se considera que la belleza va ligada a la salud -Rejuventing-Aesthetics, por ejemplo, trabaja con láser y suero-terapia-; a actividades enfocadas a la meditación; y por supuesto al disfrute del tiempo lento junto al mar, en un entorno naturalmente privilegiado.
Cada día estamos más lejos de la medicina que trata por especialidades sin tener en cuenta que cada parte del cuerpo y de la mente está conectada con las demás. En Zem este cambio conceptual que modifica todo el abordaje médico, está consolidado. “Aquí creemos en una medicina que entiende al paciente como un todo y que conjuga lo mejor de la ciencia con un profundo respeto por los ritmos biológicos y las necesidades personales”, nos dice el CEO, Franck de Weerdt.

Interior de la espectacular recepción de este hotel
Un reciente acuerdo de este universo -en el que confluyen disciplinas médicas, terapias biológicas, medicina preventiva, longevidad activa y bienestar emocional-, con el centro de referencia internacional KlinikPM - especializado en traumatología conservadora y tratamiento del dolor crónico - refuerza este espíritu. Los centros se han unido para intercambiar saberes, investigar juntos y llevar la innovación a nuevos horizontes.
Si hay algo especialmente seductor de este paraíso es que proporciona el mismo goce al cuerpo que una escapada de lujo y engaña al cerebro con una estancia puramente placentera, mientras dentro, el organismo, trabaja hacia una mejora importante en la salud. Nos encanta que lo último en medicina enfocada a la longevidad se ofrezca entre montañas, palmeras, paredes y mosaicos que solo hablan de una cosa: amor a la vida.