Para lucir una piel bonita no basta con seguir una rutina de cuidado adecuada, también se debe cuidar por dentro con unos buenos hábitos como una dieta equilibrada, dormir bien y reducir el estrés. Además, cabe tener en cuenta que los ingredientes que llevan los cosméticos actúan en la matriz extracelular que es, como indica la cosmetóloga Esther Moreno, “la arquitectura invisible que da forma, firmeza y vida a nuestra piel”.
La facialista de EM Studio explica que es esencial entender cómo funciona esta matriz para dotarla de los activos que necesita. “Es la estructura fuera de la célula, el entorno donde viven y se comunican. Si esa estructura no está sana, la piel no puede estarlo tampoco”, indica la experta, que hace una metáfora para que se entienda mejor. “Imagina que la piel es una casa y que las células son habitaciones, pero lo que mantiene todo en pie son los cimientos, las vigas y el andamio. Eso es la matriz extracelular (…) Muchas veces queremos colocar el tejado, es decir, aplicar los mejores productos, sin haber construido antes la base”, explica Moreno.
Esther Moreno realizando un tratamiento facial en su centro
Si se comete este error, repercutirá sobre el estado de la piel. “Si la matriz no está fuerte, da igual que uses los ingredientes más potentes. No van a trabajar como deberían porque no tienen un terreno estable donde hacerlo”, expone la facialista, que asegura que cuando esta “casa” sí está bien construida es cuando la piel se ve mucho más luminosa, firme y elástica; en cambio, cuando está debilitada aparecen las arrugas, flacidez y falta de vitalidad.
La matriz extracelular está integrada por fibras de colágeno, fibras de elastina y glucoproteínas como la fibronectina, todo embebido en una sustancia gelatinosa rica en proteoglicanos (por ejemplo, ácido hialurónico). Sin embargo, con el paso de los años la producción de colágeno, elastina y proteoglicanos disminuye, haciendo que la red que da firmeza y elasticidad se debilite. Además, se le deben sumar factores externos como la exposición solar, el estrés, la contaminación o hábitos como el tabaco o mala alimentación.
La matriz extracelular está formada por fibras de colágeno y elastina y glucoproteínas que, con el paso del tiempo, se degradan y hacen que la piel pierda firmeza y elasticidad
Para cuidar la matriz extracelular, la facialista expone varios de los ingredientes, como los factores de crecimiento, que son “los jefes de obra” de la piel. “Indican a los fibroblastos cuándo producir colágeno, elastina y proteoglicanos. Ayudan a reparar y regenerar la matriz, manteniendo la piel firme y flexible”, señala.
También los péptidos son imprescindibles para estimular la producción de colágeno y elastina, así como la vitamina C para proteger la matriz de los daños causados por el sol y los radicales libres. “Es esencial para la síntesis de colágeno, fortaleciendo los cimientos de la piel y aportando luminosidad”, asegura.
Moreno también habla de los retinoides que ayudan a acelerar la renovación celular y estimular los fibroblastos para producir colágeno y elastina. “Son muy interesantes porque ayudan a mantener la matriz densa y organizada”, indica.


