Nuestro día a día está repleto de interacciones: sea para comprar, recibir retroalimentación en el trabajo o saber las opiniones de nuestra familia y demás seres queridos. Millones de conversaciones en las que no solo toman la iniciativa las palabras, sino también los gestos. Por eso, cualquier desliz o momento fuera de lo común puede desestabilizar el equilibrio presente. Incluso sin siquiera saberlo, ya que podemos desconocer el estado de la otra persona.
Leer a una persona por su rostro o sus reacciones no es un hecho nuevo, pero sí determinante para evitar problemas. Un simple gesto puede ayudar a mejorar el día de cualquiera. Así lo ha defendido el doctor Mario Alonso Puig, experto en Harvard, aprovechando el Día Internacional del Abrazo, el pasado 23 de enero. Según un estudio de Sanitas, un 95% de los españoles considera que un abrazo tiene efectos positivos en su bienestar emocional.

Mario Alonso Puig en Instagram
“Hay que ser conscientes de que lo que muchas veces parece pequeño o insignificante puede tener un impacto profundo. Una sonrisa, una palabra amable o un abrazo sincero pueden transformar el día de una persona y, en ocasiones, incluso su vida”, comentaba y cuestionaba en un vídeo a través de sus redes sociales. Acto seguido, insistía en la importancia de los pequeños gestos tras duras jornadas que quizá desconocemos.
“¿Qué puede cambiar un simple gesto de afecto? Desde una lógica materialista, en la que solo parecen importar las cosas tangibles, esta idea puede parecer trivial. Pero cuando abrimos la mirada a una lógica más amplia, a una comprensión más profunda de lo que somos como seres humanos, nos damos cuenta de que esos pequeños gestos tienen un valor inmenso”, expresaba, definiendo el tipo de mensajes que se intentan transmitir con ellos.

Mario Alonso Puig
Efectos sanadores
“Estoy hablando del amor, la ternura, el abrazo sincero o el interés genuino por los demás. Estos actos no se miden en términos exclusivamente materiales, sino en términos profundamente humanos. Recordemos que un gesto tan simple como rodear a alguien con nuestros brazos puede ser una forma de decir: ‘Estoy contigo, te valoro, te veo’”, aseguraba. Una afirmación que cuenta con múltiples defensores en el ámbito científico.
“El gesto de dar un abrazo libera oxitocina, lo que genera un mejor estado de ánimo, controla los latidos del corazón e, incluso, nos traslada a un estado de calma y seguridad que incide directamente sobre la salud emocional de las personas”, comentaba Soraya Bajat, responsable del departamento de Salud Mental en los Hospitales Universitarios Sanitas la Zarzuela y La Moraleja.