A sus 70 años, Yaya Bushcraft no es solo una mujer que desafía los mitos de la edad, sino una auténtica pionera del Bushcraft, una técnica ancestral de supervivencia en la naturaleza. Con sus propias manos, ha construido varias cabañas en el corazón del bosque, desafiando los límites físicos y mentales que muchos pondrían. Pero su historia va más allá de la construcción de estas estructuras; es un testimonio de la importancia de seguir nuestros sueños, de aprender a lo largo de la vida y de conectarnos con nuestra esencia más pura y salvaje. Yaya, con una vida llena de viajes, aprendizaje y pasión, demuestra que nunca es tarde para redescubrir lo que importa, y sobre todo, para empezar a escribir nuestra propia historia, sin importar la etapa en la que nos encontremos.
“Yaya es un nombre muy bonito para mí, soy una señora mayor, 70 abriles tengo ya, y siempre he sentido que era más mayor de lo que era. No cambiaría mi edad por los 30 o 40, por la sabiduría de la vida, las experiencias… He cambiado mucho, sobre todo desde que practico Bushcraft”, cuenta en un vídeo para Monxileros. Pero, ¿qué es el Bushcraft? Es el conjunto de habilidades y conocimientos que se aprenden para sobrevivir en la naturaleza. Incluye técnicas para construir cabañas, hacer fuego, buscar comida, fabricas tus herramientas, técnicas para recolectar aguas e, incluso, técnicas fabricar cuerdas. Es una actividad que está directamente vinculada con la supervivencia, pero también siempre respetando el medio ambiente y estableciendo una conexión con la naturaleza.
Me fui a vivir a las comunas hippies de Ibiza con 18 años y, partir de ahí, he ido mutando

Yaya Bushcraft
“Mi trayectoria es muy ecléctica. Comencé en el periodismo científico, pero cuando vi cómo funcionaba, decidí que no era para mí. A los 18 años me fui a las comunas de Ibizia y, desde ahí, empecé a cambiar. Fui profesora de técnicas antiguas de fotografía y viví en India en los 90, donde aprendí yoga y respiración. Monté mi escuela de respiración, pero mi verdadera pasión llegó cuando descubrí el Bushcraft y las cabañas en el bosque en YouTube. Me entusiasmé tanto que empecé a hacerlo, aunque no tenía conocimientos, ni era joven, ni fuerte. Mi primer intento fue un desastre; la cabaña casi se me cae encima, pero mi pasión me hizo seguir adelante. A pesar de los fracasos y desafíos, no me rendí. Lo importante es la voluntad y la pasión, y eso es lo que me ha permitido superar todo”.
A pesar de aquello, Yaya no se rindió. En marzo de 2023 encontró un espacio y ya va por su cuarta cabaña. Ahí es donde ha aprendido cómo es vivir la vida, riéndose de ella misma, metiendo la pata, siendo cabezona… “Me levanto cada mañana con ilusión, veo fotos de hace tres años y he rejuvenecido, estas cabañas hacen que el oxígeno fluya en mi cerebro y tengo mucha más vitalidad. Sigo siendo terapeuta de reeducación postural y respiración, con lo cual sé cómo funciona el cuerpo humano y sé lo que ocurre en el cerebro cuando hay oxígeno”, explica. Y es que la vida en el campo le ha cambiado la visión, la ciudad nunca le ha permitido reconectar con ella, ha sido el mundo rural cuando ha descubierto su lado más salvaje.
La parte ancestral que tenemos todos los humanos la perdemos en la ciudad, ser tozuda me ha descubierto un mundo que no imaginé tener
“Me fascinaba todo y fue estar aquí, involucrándome en el mundo rural, lo que me hizo sentir esa conexión tan ancestral que los humanos tenemos y que en la ciudad hemos perdido. En la ciudad todo es tan fácil, pero en el mundo rural hay una autenticidad y un contacto con la naturaleza que te permite descubrir cosas que ni sabías que tenías. Esa mezcla de tozudez y perseverancia me ha abierto un mundo que jamás imaginé que podría encontrar en la ciudad. Así que, a todos los que pensáis que sois un desastre o que no sabéis, id al mundo rural, poneros en situaciones difíciles, y vais a descubrir historias y partes de vosotros mismos”.

Yaya Bushcraft
Las limitaciones, según ella, están en la mente. Lo que creemos, lo creamos. Aunque físicamente es una mujer de 70 años, su mentalidad es joven, como si apenas tuviera seis. Este enfoque desafía las nociones convencionales sobre la edad y el cuerpo, como el ejemplo del cineasta portugués Oliveira, quien continuó trabajando a los 101 años. Para ella, los límites existen solo en la medida en que nuestras creencias los imponen. A través de la construcción de su cabaña, ha aprendido que los procesos no pueden acelerarse según los deseos de cada momento; la cabaña se terminará cuando sea el momento adecuado, no cuando mentalmente lo desee. Esta experiencia le ha enseñado que, aunque las circunstancias cambien, lo más importante es el aprendizaje que se obtiene, que nadie puede arrebatar.
Y como terapeuta, reconoce que uno de los problemas más comunes en la gente, son los sueños. “Los sueños los tenemos todos, pero hay poca gente que se atreve a llevarlos a cabo. Estamos muy pendientes del agrado y la aprobación de los demás”, explica.
Reconectar con un mismo
“El miedo a equivocarnos es lo que hace que mucha gente no lleve adelante sus sueños. ¡Hazlo! ¡Mete la pata hasta lo más hondo! Porque ahí es donde vas a encontrar el aprendizaje. No nacemos sabiendo y él se ría de que lo has hecho mal, a parte de que es tonto el culo, él también tuvo que aprender y seguramente también se rieron de él. Divinas meteduras de pata. Cuando eres como eres, no sabes como eres. Entonces, son los demás los que hacen sus juicios de valor acerca de lo que tú eres. Y lo que sí es cierto es de que nunca he hecho caso de lo que los demás digan y me he dado cuenta de cómo soy a partir de todavía tener más presente mi presente, que es a lo que te obliga el trabajo físico”, explica en el vídeo.

Yaya Bushcraft
A sus 70 años, no solo está construyendo cabañas, también está aplicando los conocimientos que ha adquirido a lo largo de su vida como terapeuta. Su historia demuestra que el aprendizaje y la transformación personal no tienen fecha de caducidad. Ha sabido integrar su experiencia en yoga, respiración y la conexión con la naturaleza, enseñando a otros a superar sus propios límites y a encontrar el equilibrio en medio de los desafíos. Su enfoque, basado en la perseverancia y la autenticidad, muestra que nunca es tarde para conocerse. Su testimonio puede servir como inspiración para aquellos que buscan conectar con su esencia y empezar a construir la vida que realmente desean.