El suelo pélvico es un conjunto de órganos imprescindibles en nuestro cuerpo. En la mujer, tiene la función de mantener en su sitio el útero, la vejiga, los intestinos y otros órganos pélvicos, para garantizar su funcionamiento adecuado. Sin embargo, si no lo trabajamos, puede debilitarse o lastimarse. A pesar de que muchas asocian estos problemas únicamente a aquellas mujeres que han dado a luz o estén en la menopausia, es un error pensar que están exentas de padecer alguna afección en este grupo de músculos. La doctora Mari Mar Álvarez, cirujana plástica y especialista en bienestar sexual femenino, ha desmontado estas creencias y ha destacado la importancia del cuidado preventivo.
La doctora, que también es la fundadora de Nova House, el primer centro de bienestar sexual para la mujer en México, ha acudido al pódcast Sensibles y Chingonas a divulgar sobre este conjunto de músculos, ligamentos y tejidos para saber cómo cuidarlo, cómo ejercitarlo y atender cualquier problema. "Sin duda, uno de los mitos más extendidos es que solo las mujeres que han tenido hijos van a tener problemas en el suelo pélvico”, empieza explicando.
A pesar de que durante el embarazo y el parto se producen una serie de cambios físicos y hormonales que lo debilitan, no es un problema exclusivo de esta etapa de la vida, ya que el conjunto de músculos y tejidos que lo forman pueden verse afectados en varias circunstancias. Junto al embarazo, la edad es una de las causas más conocidas por las cuales se debilita. Aunque el suelo pélvico también puede debilitarse en mujeres jóvenes, en especial, en las que practican deporte de alto impacto, tienen sobrepeso u obesidad, estreñimiento crónico, enfermedades neurológicas o incluso malos hábitos posturales o que a menudo cargan peso de forma inadecuada.
Otro mito muy común, según la doctora, es creer que el único síntoma de estos problemas es la incontinencia urinaria, cuando en realidad existen muchas otras afecciones relacionadas. Por ejemplo, la falta de control muscular en la zona se puede manifestar en problemas digestivos, dolor o incomodidad en las relaciones sexuales o dolor y tensión en la zona lumbar o pélvica. Además, algunos de los síntomas suelen ir acompañados de ansiedad y vergüenza, lo que provoca que las personas que lo sufren también tengan que trabajar desde una perspectiva psicológica el problema.
Hay mujeres que, desde jóvenes, han cuidado su suelo pélvico, lo que les permite llegar a la menopausia con menos impacto en esta zona
“También se dice que todas las mujeres en la menopausia van a sufrir alteraciones en el suelo pélvico, pero esto no es cierto. Hay mujeres que, desde jóvenes, han cuidado su suelo pélvico con distintas prácticas, lo que les permite llegar a la menopausia con menos impacto en esta zona”, afirma la doctora.

Existen muchos ejercicios efectivos para trabajar el suelo pélvico
Si bien es cierto que durante la menopausia, el suelo pélvico sufre alteraciones porque la disminución de estrógenos debilita sus tejidos y afecta su funcionamiento, Mari Mar Álvarez recuerda que si una mujer comienza a cuidarse desde la perimenopausia, ya sea con terapia de reemplazo hormonal, fisioterapia especializada u otros tratamientos, es posible minimizar estos cambios y mantener un suelo pélvico saludable.
No hay una edad específica para empezar a cuidar el suelo pélvico; de hecho, lo recomendable es entrenarlo cuanto antes. Existen muchos ejercicios efectivos, entre ellos los ejercicios de Kegel, que consisten en contraer los músculos del suelo pélvico durante unos segundos de forma controlada. Además del entrenamiento, es fundamental mantener una buena postura corporal y evitar malos hábitos, como orinar en cuclillas, algo que la doctora desaconseja, ya que también puede causar infecciones del tracto urinario.