David Sinclair, 55 años, experto en longevidad de Harvard: “Comer plantas estresadas, espaciar las comidas y no picar entre horas puede hacerte sumar años de vida”

Bienestar

El biólogo australiano, gurú de la longevidad, cree que la alimentación y el ejercicio, pasando por hábitos saludables, pueden prolongar los años de vida

David Sinclair, biólogo y académico australiano conocido por sus investigaciones sobre el envejecimiento

David Sinclair, biólogo y académico australiano conocido por sus investigaciones sobre el envejecimiento

En los últimos años, la búsqueda de una vida más larga y saludable ha llevado a los científicos a investigar los factores que pueden influir en nuestra longevidad. Desde la alimentación hasta el ejercicio, pasando por nuevos enfoques sobre los hábitos diarios, cada vez se conocen más formas en las que se cree que se puede prolongar los años de vida y mejorar la calidad de nuestra salud. Además, es importante conocer que la longevidad no solo depende de la genética, sino también de cómo vivimos y cuidamos nuestro cuerpo. 

Longevidad

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Uno de los principales expertos en longevidad, el Dr. David Sinclair, profesor de la Universidad de Harvard, ha dedicado años de investigación a entender qué puede hacer que vivamos más años con una mejor calidad de vida. Según Sinclair, existen tres hábitos clave que marcan una gran diferencia. Uno de ellos es comer menos seguido. “Al espaciar las comidas, generalmente reducimos la ingesta total de calorías, y la restricción calórica ha demostrado extender la vida en múltiples especies”. De esta manera, no solo reduce el consumo de calorías, sino que también puede activar mecanismos biológicos de reparación y protección. 

El ejercicio es otro pilar crucial en la búsqueda de la longevidad. El Dr. Sinclair también se refiere al ejercicio como una actividad que mejora la función mitocondrial y reduce la inflamación, dos factores clave en el envejecimiento. El ejercicio regular activa algunos genes relacionados con la longevidad, lo que no solo mejora la salud física, sino que también favorece la salud mental y emocional. El Dr. Sinclair también hace hincapié en que la actividad física debe formar parte de nuestra rutina diaria, ya que sus beneficios van más allá de simplemente mantener el cuerpo en forma.

Las plantas que han sufrido adversidad activan nuestras propias vías de defensa y longevidad

David SinclairExperto en longevidad de Harvard

Además de estos dos hábitos fundamentales, el Dr. Sinclair pone énfasis en la importancia de las plantas en nuestra dieta. “Comer plantas estresadas”. Esto hace referencia a consumir aquellos vegetales y frutas que han sido cultivados bajo condiciones difíciles, como falta de agua, luz intensa o con nutrientes limitados. Este tipo de estrés hace que las plantas generen compuestos beneficiosos como los polifenoles, que tienen un impacto directo en nuestra salud y longevidad. “Las plantas que han sufrido adversidad activan nuestras propias vías de defensa y longevidad”, asegura el Dr. Sinclair.

Este enfoque en el estrés de las plantas se basa en la idea de que, al consumir estos alimentos, nuestro cuerpo también se ve estimulado para fortalecer sus propios sistemas de defensa. Los polifenoles, en particular, son conocidos por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que ayudan a proteger las células del envejecimiento prematuro y las enfermedades asociadas con el paso del tiempo. 

¿Qué son las plantas estresadas?

Las plantas que crecen en condiciones de estrés, como calor intenso, sequía o suelos pobres en nutrientes, tienden a desarrollar mayores concentraciones de compuestos bioactivos beneficiosos para nuestra salud. Por ejemplo, los tomates cultivados en climas cálidos son más ricos en licopeno o las uvas, cuando se cultivan en suelos secos o climas calurosos, aumentan su contenido de resveratrol, un polifenol con poderosas propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. También los pimientos picantes, al estar expuestos a condiciones de sequía o altas temperaturas, producen capsaicina, un compuesto que les da su sabor picante y también efectos antiinflamatorios y antioxidantes. Las aceitunas, cultivadas en regiones áridas, contienen más oleuropeína, otro polifenol que ayuda a proteger el sistema cardiovascular. 

Alimentos saludables: verduras orgánicas y frescas

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Carlos Gawronski

Otros ejemplos incluyen zanahorias, arándanos, y plantas como el brócoli, la acelga y la espinaca, que crecen en ambientes difíciles, se enriquecen con compuestos antioxidantes como el sulforafano y la luteína.

El Dr. Sinclair, por tanto, propone un enfoque integral y natural para mejorar nuestra longevidad, basado en esos tres pilares fundamentales. Estos hábitos no solo contribuyen a una vida más larga, sino que también pueden mejorar la calidad de vida. Con cambios pequeños, pero significativos en nuestra rutina diaria, podemos tomar el control de nuestra salud y aumentar nuestras posibilidades de disfrutar de una vida más saludable y plena. Tal como dice Sinclair, “tener un propósito claro y seguir estos hábitos puede ser la clave para un envejecimiento saludable y prolongado”.

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