Estar bien con nosotros mismos es esencial para avanzar en el día a día, especialmente con la mente. Tal y como ocurre con el cuerpo, el cerebro también sufre las consecuencias de cada jornada, y tan pronto como nos despistamos podemos estar sufriendo de agotamiento, dolores, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también merece una atención especial para no generar dificultades.
Uno de los expertos más conocidos en España sobre la materia es Mario Alonso Puig, doctor y fellow en cirugía por Harvard University Medical School, quien a menudo comparte sus conocimientos en entrevistas, conferencias y demás actividades. Una de sus últimas reflexiones está vinculada con el camino que podemos tomar a la hora de seguir nuestras vidas. En este caso, insiste en seguir adelante a pesar de las circunstancias.
El madrileño acudía a una cita del filósofo y periodista José Ortega y Gasset para exponer su punto de vida: “Yo soy yo y mis circunstancias”. “¿Qué pasa si digo ‘yo soy yo’ y no hablo de mis circunstancias? Que me convierto en un prepotente. Sean las circunstancias que sean, es igual, porque ‘yo soy’, pero yo si quito el yo y digo ‘yo soy mis circunstancias’, ¿qué quiere decir? Que en ese momento tomo el papel de una víctima”, explicaba.
“Todo lo justifico: es que mira que, hay que… ¿Cuál creo que es el problema hoy en día? Efectivamente, hoy tenemos más posibilidades que nunca. Creo que es muy fácil quedar apagado en el papel de una víctima. En pensar que las circunstancias todo lo determinan. Tienes las circunstancias adecuadas, te irá bien. No tienes las circunstancias adecuadas, no te irá bien”, profundizaba, en particular sobre los casos que no coinciden con esta norma.
Mario Alonso Puig
Mirada al frente
“¿Y qué pasa con esas personas que, con las mejores circunstancias, no le van bien las cosas? ¿O qué pasa con aquellas que, con las peores circunstancias, sí les va bien? Que tendemos a ignorarlas y decimos ‘es la excepción que confirma la regla’. No, una excepción nunca ha confirmado una regla, siempre ha desafiado una regla, pero nosotros necesitamos hasta un lenguaje para bloquear hasta qué punto es fácil quedar atrapado en el papel de una víctima”, sentenciaba.
“Yo creo que eso es lo que nos pasa, que es mucho más fácil tirar por el camino de la víctima que tirar por el camino de esa persona que dice ‘mira, no sé si lo conseguiré, pero desde luego, voy a poner todo lo que esté en mi mano para conseguirlo”, concluía.


