Beber agua en grandes cantidades para cumplir con los clásicos “dos litros al día” no siempre es tan efectivo como se puede llegar a pensar.
Así lo ha explicado el doctor Alexandre Olmos a través de sus redes sociales, donde advirtió que el modo en que tomamos agua influye directamente en su eficacia para hidratar el cuerpo.
“Estás bebiendo mal tu agua. Seguro que prefieres beber toda el agua del día en pocas tomas y grandes cantidades, así te olvidas y ya está. Pero esto no es solo ineficiente, sino que puedes estar saboteando tu hidratación sin que lo sepas”, advirtió el médico.
Según Alexandre Olmos, ingerir grandes volúmenes de agua de una sola vez no garantiza que esta cumpla su función dentro del organismo. “Cuando bebes grandes cantidades de agua, tu cuerpo no puede utilizarla toda, aunque estés deshidratado. Gran parte de esta agua se elimina rápidamente sin llegar a cumplir su función”, explicó.
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En cambio, el especialista recomienda beber a sorbos pequeños y de manera constante a lo largo del día, ya que esto permite que el cuerpo la absorba de forma gradual y efectiva. Esta forma de hidratación ayuda a que el agua llegue adecuadamente a distintos sistemas del cuerpo, como la piel, el cerebro, las células y el aparato digestivo.

Una mujer bebiendo agua
“Cuando bebes a sorbos y de forma constante, le das tiempo a tu cuerpo a absorberla y usarla en tu digestión, tu piel, tus células y en tu cerebro”, indicó el médico. Además, hizo hincapié en que esperar a tener sed no es un buen indicador de cuándo hidratarse: “Tener sed es señal de deshidratación, así que si esperas a tener sed, ya llegaste tarde”.
“La mejor estrategia: beber pequeños sorbos a lo largo del día aunque no tengas sed, para mantener tu cuerpo bien hidratado y funcionando correctamente”, concluyó Alexandre.