Sandra Moñino, nutricionista: “Igual que una mona de Pascua puede inflamarte, no reponer los nutrientes tras Semana Santa puede desequilibrar tu cuerpo”

BIENESTAR

La moderación y el disfrute consciente son siempre las mejores opciones para sentirnos bien y cuidar de nosotros mismos a largo plazo

Sandra Moñino, nutricionista, durante una charla el pasado mes de octubre

Sandra Moñino, nutricionista, durante una charla el pasado mes de octubre

Tras días de celebraciones, dulces típicos y platos tradicionales, como las torrijas, el potaje de vigilia y las monas de Pascua, es común que sintamos que hemos disfrutado más de lo habitual. Estos pequeños excesos, aunque forman parte de la tradición y las festividades, pueden dejarnos con la sensación de haber perdido el equilibrio, sobre todo cuando regresamos a la rutina. En ese momento, es fácil caer en la tentación de querer “compensar” o hacer ajustes drásticos en nuestra alimentación, pero en realidad, lo mejor es optar por un enfoque equilibrado que nos permita retomar nuestra vida diaria sin caer en extremos. 

No se trata de empezar una dieta estricta ni de hacer sacrificios, sino de encontrar el camino a una rutina saludable, sin privaciones innecesarias. La nutricionista Sandra Moñino ha querido poner hincapié en la importancia de volver a una alimentación equilibrada y variada, de la mano de ejercicio moderado. Además, ha hablado abiertamente sobre cómo evitar caer en el ciclo de dietas temporales o compensaciones rápidas, ya que la clave está en mantener un estilo de vida saludable todo el año, no solo después de un festín. 

Torrijas en elaboración en la pastelería 'Obrador El Panazo', a 10 de abril de 2025, en Madrid (España). Las torrijas, dulce típico de Cuaresma y Semana Santa, se preparan con rebanadas de pan empapadas en leche o vino y que, tras ser rebozadas en huevo, se fríen en una sartén con aceite. Se suelen endulzar con miel o azúcar y se aromatizan con canela.

Torrijas de Semana Santa 

Eduardo Parra - Europa Press / Europa Press

Ejercicio regular, no matándonos a sudar y a hacer deporte o a correr para poder quemar todo

Sandra MoñinoNutricionista

“Yo siempre recomiendo no hacer nada restrictivo ni nada compensatorio tras las torrijas, el potaje de vigilia, las monas de Pascua... La restricción de nutrientes también inflama, o sea, igual que te está inflamando una mona de Pascua, también te está inflamando el hecho de no incorporar las vitaminas, los minerales o las proteínas, por ejemplo, que necesita tu cuerpo”, cuenta Sandra. 

El enfoque no debe ser una reacción inmediata basada en la culpa o el miedo a haber hecho “demasiados excesos”. Al contrario, la nutricionista destaca que lo esencial es ser conscientes de cómo se siente nuestro cuerpo después de las festividades y escuchar sus señales. “Lo importante es darle al cuerpo lo que necesita para restablecerse de manera natural” explica Sandra. Esto incluye reponer los nutrientes que a lo largo de esos días festivos pueden haberse visto desplazados por el consumo excesivo de azúcares o grasas, y de esa forma, restablecer el equilibrio nutricional.

Es fundamental que, al volver a la rutina, no caigamos en la tentación de reducir nuestra ingesta de forma drástica. Si bien es cierto que es necesario moderar ciertos alimentos, los extremos pueden resultar contraproducentes, ya que la privación excesiva genera el efecto contrario al que se busca. Sandra señala que el objetivo no es “quemar” lo que hemos comido, sino reconectar con hábitos sostenibles y saludables, basados en la variedad, la moderación y el disfrute consciente de los alimentos.

Una dieta estricta te va a frustrar, te hará echar de menos la salida y pensar en la alimentación saludable como algo muy negativo

Sandra MoñinoNutricionista

Por último, la importancia de un enfoque integral en nuestra salud va más allá de la alimentación. Sandra subraya la relevancia de incorporar hábitos como el ejercicio regular, pero de forma que no sea percibido como una necesidad de “compensar”, sino como una herramienta para mantenernos saludables. No se trata de realizar actividades físicas extremas, sino de hacer ejercicio de manera regular y con objetivos a largo plazo, lo que favorece no solo la salud física, sino también la mental. Al final, el objetivo es lograr un equilibrio que perdure, y para ello, la clave es la constancia y la moderación.

¿Por qué es tan duro ponerse a dieta?

¿Por qué es tan duro ponerse a dieta?

Pexels

Por tanto, la clave para superar los excesos de Semana Santa y retomar la rutina está en volver al equilibrio sin caer en extremismos ni restricciones drásticas. Se trata de escuchar a nuestro cuerpo, darle lo que necesita de forma gradual, y no castigar nuestras elecciones pasadas con dietas severas o sacrificios innecesarios. Mantener una alimentación variada y saludable, junto con un ejercicio regular, es fundamental para un estilo de vida sostenible. Recuerda que la salud no se logra a través de cambios rápidos, sino de hábitos.

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