El lunes fue un día caótico. El apagón eléctrico que empezó alrededor de las doce y media del mediodía nos pilló desprevenidos. Vivimos una situación inesperada que nos provocó una gran incertidumbre.
El psicólogo Xavier Guix explicó en el programa Versió RAC1 de Toni Clapés que “cuando ocurren estas cosas, tomamos conciencia de la fragilidad de la vida, de que somos vulnerables”.
Enseguida, muchos recordaron la crisis sanitaria del covid y se imaginaron volviendo a pasar semanas enteras encerrados en casa. Otros recordaron los inicios de la guerra en Ucrania.
Según Guix, “ser vulnerable significa tener la posibilidad de ser herido”, y recuerda que cada vez que nos suceden cosas inesperadas aparece “la angustia de la incertidumbre”. Asegura que hay diferentes maneras de afrontarla.

Estación de Sants
El psicólogo cree que “cuando suceden cosas extraordinarias, se rompen los hábitos y la sensación de perder esos hábitos conduce a la inquietud y al miedo”.
Apagón eléctrico
Sentirse atrapado en una situación inesperada
Para Guix, un control mínimo de la vida es normal, pero subraya que debemos entender que “somos inciertos y todo lo que vivamos será incierto”. En este sentido, el psicólogo afirma que el lunes “nos sentimos atrapados en una situación inesperada” que provocó, por ejemplo, un aumento repentino y masivo en la demanda de productos de emergencia como velas, pilas o radios.
También hubo personas muy preocupadas porque no podían comunicarse con sus familiares. Situaciones que, según el experto, provocan una “angustia anticipatoria causada por la necesidad de controlar”.
El psicólogo también señala que “la ansiedad y la depresión son dos respuestas ante una dificultad” y que, mientras la primera nos genera angustia, la segunda puede llevarnos a la tristeza y a la impotencia.

Apagón en Barcelona
En estos casos, la solución pasa, según Guix, por entender que “solo debes hacer lo que esté bajo tu control”.
La inquietud de no tener información
En la mayoría de los casos, el apagón eléctrico duró hasta la medianoche o la madrugada. Aun así, muchos ciudadanos coinciden en decir que sintieron más angustia que durante la pandemia de la covid, porque estaban más incomunicados y sin electrodomésticos.
A propósito de esto, Guix considera que “la inquietud de esta experiencia ha sido, para muchos, no tener información”, y ha dejado claro que el sufrimiento por no saber se puede entender, pero que “imaginarse cosas no sirve de nada”.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.