Este pasado lunes, a las 12:33 del mediodía, los plomos de España, Andorra, Iparralde y Portugal se fundieron. La súbita desaparición de 15 gigavatios en cinco segundos, un hecho al cual Red Eléctrica Española y el gobierno todavía no han hallado explicación, comportó un apagón de toda la Península Ibérica que no se ha resuelto hasta la madrugada del martes. Durante horas, millones de personas se vieron afectadas en distintos frentes.
Uno de los más problemáticos fue el psicológico, con millones de personas perdidas intentando anticiparse al fallo de las telecomunicaciones: buscando radios, pilas y linternas en bazares; llenando la despensa de comida o buscando vecinos y compañeros para actualizarse. En este sentido, la psicóloga Patricia Ramírez, más conocida como Patri Psicóloga en redes sociales, indagaba en los efectos mentales que este caos podría provocar.
“El apagón de ayer seguramente que ha tenido consecuencias psicológicas para mucha gente. Una de ellas es la ansiedad o el estrés agudo, que es ese momento en el que no te puedes poner en contacto con los tuyos, en el que empiezas a pensar que cuánto durará esta incertidumbre. Puede haber también un pequeño estrés postraumático para gente que ha vivido situaciones duras”, explicaba en profundidad este pasado martes.
“Estar atrapado en un ascensor, quedarte atrapado muchísimas horas en un tren, no saber cuándo te van a rescatar. Hay personas que pueden haber sufrido aislamiento emocional, soledad, porque no podían ponerse en contacto con nadie, los teléfonos no funcionaban, no podíamos llamar, no podíamos escribir por WhatsApp, no nos llegaba un audio de nadie”, se sinceraba, desgranando otros efectos secundarios.
Surrealismo contra el drama
“Sobrecarga mental para todos los cuidadores o gente que estaba en hospitales, en urgencias, dependiendo de un generador, sin saber cuánto iba a durar y si podrían seguir prestando ayuda o servicio; resurgir de traumas pasados”, concluía. Sin embargo, hubo quien intentó tomárselo todo con humor. Es el caso de Pol Morales, quien compartía a través de TikTok su experiencia tras quedarse varado en mitad de la nada durante un viaje en AVE.
“Hoy he conocido la definición del surrealismo”, describía, grabando la escena de los demás pasajeros al borde del arcén. Los demás pasajeros, para pasar el rato, se pusieron a bailar una coreografía mientras les grababan desde una colina. El vídeo acumulaba 1,5 millones de reproducciones desde que lograra publicarse la tarde en que la Península Ibérica quedó a oscuras.