Suellen Silva Lins, neuróloga: “Interrumpir un medicamento antes de que el cerebro lo regule es como quitarle el pañal a un bebé sin prepararlo, la probabilidad de recaída es alta”
BIENESTAR
La doctora Suellen Silva Lins advierte sobre los efectos negativos de interrumpir un tratamiento médico sin la debida preparación

Suellen Silva Lins, neuróloga

En el campo médico, se está debatiendo si siempre es necesario completar todo el ciclo de antibióticos, aunque el paciente ya se sienta mejor. Algunos estudios recientes sugieren que, en ciertos casos, interrumpir el tratamiento antes de tiempo podría ser seguro y eficaz, especialmente cuando no hay evidencia de infección activa o el paciente está estable. Sin embargo, la neuróloga Suellen Silva Lins, advierte que esta práctica no debe tomarse a la ligera y mucho menos sin recomendación médica. “Que una persona interrumpa un medicamento antes de que el cerebro lo regule es como quitarle el pañal a un bebé sin prepararlo; la probabilidad de recaída es alta”, explica.
Esta frase subraya que lo esencial es seguir un proceso gradual y supervisado, ya que forzar la interrupción sin la preparación adecuada y sin la supervisión de un médico puede traer consecuencias negativas. Por lo tanto, aunque algunos estudios abogan por una duración más corta de los tratamientos en ciertos casos, es fundamental que cada decisión se tome de manera personalizada, bajo una estricta supervisión médica y con un enfoque que considere la seguridad a largo plazo del paciente.
El punto es que no se puede quitar los medicamentos sin regular el cerebro antes

La Dra. Suellen Silva Lins, por ejemplo, usa el pañal y el calmante para ilustrar la importancia de que una persona no puede decidir por ella misma adelantar el proceso de retirada de medicamentos, especialmente cuando se trata de tratamientos psiquiátricos o conductuales. Ella hace énfasis en que tanto el cerebro como el cuerpo necesitan estar preparados para este cambio, y lo que ocurre cuando se fuerza es un fenómeno similar a cuando un niño no está listo para dejar el pañal. “Si usted quita el pañal cuando el niño no está maduramente preparado, tendrá varios accidentes y podrá generar traumas psicológicos por forzar el proceso”. De igual manera, cuando se interrumpe un tratamiento sin la preparación adecuada o sin la supervisión del médico, el paciente no solo puede experimentar recaídas, también puede desarrollar miedos, inseguridades y sensación de incapacidad.
El mensaje de la Dra. Silva Lins va más allá de solo hablar de medicamentos, se refiere al proceso de adaptación que el paciente necesita para poder “reentrenarse” y manejar las situaciones sin depender del medicamento. La terapia conductual, en este caso, es fundamental para hacer ese proceso más fluido y efectivo.
Si usted quita el tratamiento antes de estar verdaderamente preparado, solo porque ya lleva demasiado “tiempo”, también puede sufrir recaídas
En esta línea, hay diferentes ensayos clínicos que han mostrado y certificado que en infecciones respiratorias o urinarias, por ejemplo, suspender el antibiótico antes de completar el ciclo tradicional no incrementa las complicaciones y puede tener una evolución clínica favorable. Un estudio realizado en el Hospital Universitario Fundación Alcorcón de Madrid, con 145 pacientes adultos, demostró que suspender el tratamiento antibiótico en pacientes con infecciones de bajo riesgo fue seguro, sin causar recaídas ni complicaciones a los 30 días. Esto sugiere que, en algunos casos y supervisado por un médico, prolongar el tratamiento más allá de lo necesario no tiene beneficios adicionales y podría estar contribuyendo a la resistencia bacteriana.

Por otro lado, el protocolo SHORTEN II, realizado en varios hospitales de España, también está evaluando la duración de los antibióticos en pacientes con bacteriemia por Pseudomonas aeruginosa. En este estudio, se comparan dos grupos: uno que sigue el tratamiento convencional de 14 días y otro que lo suspende a los 7 días si el paciente se encuentra estable. Los estudios preliminares sugieren que una duración más corta del tratamiento podría ser igualmente efectiva, sin aumentar la mortalidad ni la incidencia de efectos adversos.
Estos estudios, acompañado de las declaraciones de la Dra. Suellen Silva Lins, lo que sugieren es que parar el tratamiento médico no debe ser una decisión de paciente, sino del doctor, con el objetivo de optimizar el uso de antibióticos. Porque desde hace años, muchos estudios sugieren que no siempre es necesario seguir los tratamientos antibióticos tradicionales de largo plazo, especialmente cuando el paciente se encuentra bien. Esto no solo ayudaría a reducir el riesgo de efectos secundarios, también a disminuir el problema global de la resistencia bacteriana, que ocurre cuando las bacterias se vuelven inmunes a los antibióticos debido a su uso excesivo o elevado.