María Bernal, psicóloga: “La forma en la que discutes puede predecir si tu relación sobrevivirá o no”
Psicología de pareja
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En una relación no son solo las grandes decisiones ni los momentos felices los que determinan su futuro, sino también —y sobre todo— la manera en que se enfrentan los conflictos. Así lo explica la psicóloga y sexóloga María Bernal, especializada en terapia de pareja, en un vídeo que ha arrasado en redes desde su cuenta @reflorecer.psicol.
“¿Sabías que la forma en la que discutes con tu pareja podría predecir si seguiréis juntos o no?”, lanza, directa, al inicio de su vídeo. Y la respuesta no es una conjetura. Está respaldada por la ciencia. “Esto lo confirmó el Dr. John Gottman”, continúa, “y este concluyó que es posible predecir en un 91 % de los casos si la pareja se separaba o no, solo observando cómo comunicaban durante el conflicto”.
Cuatro señales que anticipan la ruptura
Crítica, desprecio, actitud defensiva y evasión: los cuatro patrones que más daño hacen en una discusión de pareja
El dato, contundente, forma parte de los hallazgos más relevantes del investigador estadounidense John Gottman, considerado uno de los mayores expertos mundiales en relaciones de pareja. A lo largo de décadas de estudio en su famoso “Love Lab”, Gottman desarrolló una teoría basada en cuatro actitudes que, si se repiten con frecuencia durante las discusiones, predicen con altísima fiabilidad la ruptura de la pareja. A estos comportamientos los bautizó como “los cuatro jinetes del apocalipsis”. Y María Bernal los repasa uno a uno.
- El primero: la crítica destructiva
Frases como “es que tú eres un egoísta, de verdad, que siempre piensas en ti” minan el respeto mutuo y convierten las discusiones en ataques personales.
- El segundo: el desprecio
Se manifiesta a través del sarcasmo, la burla o el tono condescendiente: “Claro, claro, como tú haces tanto por esta casa… es que de verdad eres patético”, ejemplifica Bernal, poniendo voz al deterioro emocional que provoca.
- El tercero: la actitud defensiva
“No asumir responsabilidad ni abrirse al diálogo, y devolver la crítica con más crítica”. María lo ilustra con un ejemplo típico: “¿Qué? ¿Yo? Sí, yo. Tú sí que no sabes ni de lo que hablas. ¡Anda que tú!”.
- El cuarto: la evasión o ‘muro de hielo’
Es ese momento en que uno de los dos se bloquea, desconecta emocionalmente y deja de responder: “No quiero hablar. Que no, que no quiero hablar”, repite, escenificando el silencio como castigo.
Bernal es clara: “Cada uno de ellos daña profundamente el vínculo, especialmente si se repite”. Y eso es justo lo que observa a diario en consulta: parejas que han normalizado estos mecanismos, sin darse cuenta de que están cavando su propia distancia.
Cada uno de estos comportamientos daña profundamente el vínculo, especialmente si se repite”
Aunque estos comportamientos no significan el final inevitable, su presencia constante es una señal de alarma. La buena noticia es que, una vez detectados, se pueden trabajar. Desde el modelo Gottman, se fomenta el reemplazo de los “jinetes” por sus antídotos: expresar las quejas sin acusaciones, mostrar aprecio, asumir responsabilidad y tomar pausas para calmarse antes de volver al conflicto.
Para Bernal, la clave está en “reaprender a discutir sin destruir”, una habilidad que no siempre se enseña, pero que puede marcar la diferencia entre crecer juntos o separarse con heridas. Porque amar bien también implica saber hablar mal... Sin hacerse daño.