Parece un gesto inocente: lavarse la cara con agua y jabón. Pero si después no se aplica un tónico, ese gesto puede convertirse en una agresión. Así lo explica Helena Sas, médico estética y experta en piel con certificación dermatológica, en uno de sus vídeos publicados en Instagram (@helenasas_clinica).
Con más de 17 años dedicada a la medicina estética, Sas no duda en lanzar esta advertencia: “Si limpias la piel y no usas un tónico para regular el pH, la dejas sin defensas”. Y lo dice con conocimiento de causa. Cada vez que nos lavamos la cara, el pH de la piel se altera. Baja. Se descompensa. Y al hacerlo, el manto ácido —una barrera natural que protege frente a bacterias, irritaciones y contaminantes— se debilita.
No solo limpiar: equilibrar
El error más común tras lavarse la cara
Sas insiste en que una buena rutina facial empieza por la limpieza, sí, pero no puede quedarse ahí. “Por la mañana y por la noche, lo más importante es el tónico. Es uno de los pasos más importantes en la higiene facial”. ¿El motivo? “Regula el pH de la piel”, señala. Y eso es lo que devuelve a la piel su estabilidad y capacidad defensiva.
Además, no todos los tónicos valen. “Tenemos que intentar siempre que no contenga alcohol”, puntualiza. De lo contrario, lejos de ayudar, podríamos estar agravando la deshidratación o provocando un efecto rebote en pieles sensibles.
La doctora también destaca la importancia de adaptar la rutina nocturna según el tipo de piel. En el caso de las pieles grasas, recomienda el uso de activos queratolíticos, sustancias que ayudan a eliminar células muertas y mejorar la textura. A esto se suma el uso de ácido hialurónico tanto en serum como en crema, para hidratar en profundidad y mantener la piel elástica.
La doctora también destaca la importancia de adaptar la rutina nocturna según el tipo de piel. En el caso de las pieles grasas, recomienda el uso de activos queratolíticos, sustancias que ayudan a eliminar células muertas y mejorar la textura. A esto se suma el uso de ácido hialurónico tanto en serum como en crema, para hidratar en profundidad y mantener la piel elástica.
Porque cuidar la piel no es un lujo: es salud. Y empieza por lo que haces cada día delante del espejo.