En los últimos tiempos se habla mucho de espiritualidad. También por parte de la ciencia, que trata de establecer un nexo entre los hechos propiamente demostrables y esa dimensión más profunda y personal de la experiencia humana; esa búsqueda de algo superior a uno mismo a través de la naturaleza, el universo o el propio ser interior.
Durante años, la doctora Lisa Miller, pionera y principal experta mundial en el estudio de los beneficios neurocientíficos de la espiritualidad, afirma que todo ser humano está biológicamente programado para alcanzar esa dimensión más profunda, incluso si no significa nada para uno mismo o no se cree en ello.
Dr. Lisa Miller, neurocientífica y autora, con la coach Mel Robbins.
Según Miller, es precisamente esta conexión espiritual la que provoca un fenómeno inesperado en nuestro cerebro, pues despierta una parte innata que capacita al ser humano para liberar resiliencia, claridad y un profundo sentido de propósito.
Miller afirma que “la espiritualidad no es una creencia, es una percepción”, y forma parte de la vida interior de cada uno. “La espiritualidad dentro de cada uno es un sitio para la percepción”, insiste la neurocientífica, última invitada al podcast de la popular coach estadounidense Mel Robbins.
No existe nadie que no sea espiritual. Estamos diseñados biológicamente para serlo
“Es tu habilidad de sentir y saber la presencia de guía en tu vida para ver sincronías” o coincidencia de hechos o fenómenos en el tiempo que no seríamos capaces de percibir de otra manera por el “ruido” del mundo en el que vivimos. “Es tu habilidad para sentir y conocer la profundidad del ser”, insiste la científica. “Es lo que te dice por qué esta persona ha aparecido en tu vida precisamente ahora, es tu don para percibir que incluso cuando todo se desmorona, tú no lo harás”.
Miller insiste: no hace falta ser religioso para ser espiritual.
Para Miller, esta espiritualidad y conexión da la capacidad a cualquiera de saber y sentir que no importa las veces que se equivoque, siempre habrá algo “profundo, vivo y eterno” que merece la pena y que invita a seguir.
“Entender esto no tiene que ser intelectual. Es más, a través de la lente de la ciencia la espiritualidad no es una creencia, es una percepción profunda”, insiste Miller, que explica que la ciencia muestra que “estamos construidos y conectados para ver y conocer la profunda realidad de la vida”.
Dr. Lisa Miller, neurocientífica y autora, con la coach Mel Robbins.
Por ello, según la experta, es importante que nuestro cerebro se tome algunos momentos en el día para contactar con esa parte innata y establecer estas conexiones. Así, podremos reflexionar sobre el significado de nuestras acciones, la compasión hacia los demás y la conexión con el todo, buscando un equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Solo así seremos capaces de sentirnos plenos que, como explica Miller, no consiste solo en sentir algo agradable, como la felicidad; es percibir la verdad de cómo el mundo está realmente conformado”.