Silvia Olmedo es una de las psicólogas más populares e influyentes de las redes sociales. La experta compagina actualmente su labor profesional con la divulgación de contenido sobre salud, relaciones de pareja, sexología y salud mental en redes, donde acumula más de un millón de seguidores.
Este pasado martes, 27 de mayo, la experta visitaba los estudios de la Cadena Ser para charlar con la presentadora Mara Torres en el programa El Faro sobre algunos de los problemas más comunes en las relaciones de pareja: las relaciones por WhatsApp. ''¿Te preguntan mucho por esas relaciones que basan todo el vínculo en el móvil y luego no se ven en persona?'', se interesaba en saber la periodista.
''La gente tiene este tipo de relaciones. El problema viene cuando te tienes que encontrar cara a cara con esa persona'', comenzaba diciendo. Para la sexóloga, este tipo de vínculos son ''relaciones comodín''. ''Si yo tenía un problema con mi pareja, antes tenías que verle la cara de poker todo el rato. ¿Y ahora qué hacemos? Pues lo que hacemos es no solucionar ese problema y desvincularnos para utilizar a alguien más de comodín, que en el fondo nos retroalimenta de aquella parte que no estamos arreglando'', recalcaba.
Por este motivo, la psicóloga advertía: ''Son muy peligrosas ese tipo de relaciones sobre todo si estás en pareja porque siempre vas a encontrar a alguien que te comprenda en ese momento''. Aún así, Olmedo reconocía que es posible comenzar una relación seria a través de WhatsApp.

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''¿Se producen relaciones serias? Sí, pero aquí la prueba de fuego es cuando se encuentran o conviven. Cuando ya no solo es que te escuchen, sino cuando esa persona se convierte en persona. Yo no creo en el concepto de personas vitaminas porque al final todo tenemos algo de malo. Incluso la vitamina C si te la tomas sola, te puede hacer daño'', afirmaba.
Y aunque es posible crear un vínculo, la especialista insistía en que son muy peligrosas. ''Yo conozco parejas que se ponen a ver Netflix por la noche y no hablan. Se distraen a través de las pantallas o a través de otras conversaciones con otras personas, y al final se acaban separando sin darse cuenta. Y hasta que un día dicen 'ya no tenemos nada en común' porque no lo trabajamos'', concluía.