Las cervezas del fin de semana pueden estar saboteando tu pérdida de peso, aunque cumplas con tu dieta de lunes a viernes. Así lo advierte el doctor Víctor Bravo, médico y divulgador sanitario, en uno de sus vídeos más comentados: “Una lata grande de 500 mililitros contiene unas 500 kilocalorías. Eso equivale prácticamente a hacer una comida más al día”.
Calorías líquidas que no se ven
Una lata grande de cerveza puede sumar 500 calorías, como una comida, pero sin valor nutricional
La cuenta es fácil, y también dolorosa para quienes intentan adelgazar sin renunciar por completo a la vida social. “Beberte cuatro o cinco cervezas grandes en una barbacoa con amigos puede suponer hasta 2.500 calorías extra a la semana, sin ningún valor nutritivo”, explica Bravo. Lo que se convierte, en términos prácticos, en cinco comidas de más.
Pero el truco que propone no es dejar de salir ni vivir a base de restricciones: cambiar el tamaño del envase. En lugar de latas grandes (500 ml), pasarse a las de 33 cl marca una gran diferencia. “Tienen casi la mitad de calorías, y al reducir la cantidad, tiendes naturalmente a beber menos”, señala. Es una cuestión de volumen y hábito.
Además, Bravo recomienda combinar con bebidas sin calorías, como agua con gas o refrescos cero. “No es lo mismo una lata así que una lata así”, insiste, mostrando la diferencia de tamaño en cámara. Y remata: “No es lo mismo beberte cuatro que una. Si después tomas Coca-Cola cero, ya estás equilibrando”.
El objetivo no es demonizar la cerveza ni empujar a una abstinencia absoluta. La clave está, según el doctor, en moderar la cantidad sin renunciar al placer puntual. Así, cuidar la glucosa, evitar calorías vacías y seguir perdiendo peso se vuelve mucho más accesible.

