Elena Crespo, abogada de familia: “Las mujeres divorciadas se convierten en un Ferrari a nivel profesional, mientras los hombres llegan desbordados, porque les pilla por sorpresa”
BIENESTAR
La abogada Elena Crespo explica cómo el divorcio se convierte en un punto de inflexión para hombres y mujeres, donde las mujeres emergen más empoderadas en el ámbito profesional
Elena Crespo, abogada de familia especializada en derecho de familia y sucesiones
En un mundo donde el amor romántico todavía está visto como una promesa eterna y el matrimonio como la “culminación” de un ideal de vida, el divorcio sigue siendo una de las experiencias más incomprendidas y, a menudo, estigmatizadas. Sin embargo, cada vez más parejas descubren que su historia juntos no necesariamente tiene que continuar para siempre. Y aunque el “felices para siempre” que muchos esperan no se materializa, no significa que el fin de una relación sea el final de algo más grande.
El divorcio no es solo un asunto de papeles legales y trámites judiciales. Implica emociones, desde el dolor y la tristeza hasta la ira y la liberación, dependiendo de la situación y las personas. Y aunque en muchos casos se ve como el final de un sueño compartido, el divorcio también puede ser una puerta a nuevas oportunidades y una oportunidad para redescubrirse.
El divorcio no es solo una ruptura, es una oportunidad para reconstruir una nueva vida, más fuerte y más empoderada
Elena Crespo, abogada de familia especializada en derecho de familia y sucesiones, ha explicado en el pódcast Sinergéticos qué supone realmente un divorcio
Elena Crespo, abogada de familia especializada en derecho de familia y sucesiones, ha explicado en el pódcast Sinergéticos qué supone realmente un divorcio. Según ella, la separación de una pareja no es solo un trámite legal, sino una experiencia profundamente transformadora, sobre todo para las mujeres. “En muchos casos, son ellas las que toman la decisión de divorciarse, especialmente entre los 38 y los 40 años, una edad en la que empiezan a cuestionar su vida y a repensar sus prioridades”.
En ese momento, las mujeres empiezan a ver que pueden emprender un camino distinto, un camino donde sus metas profesionales y personales se vuelven más importantes que las expectativas sociales que puedan tener sobre su rol en una relación. Para Elena, esta etapa no siempre tiene que ser vista como algo negativo. Al contrario, ella explica que “el divorcio, aunque doloroso, puede ser una oportunidad para el renacimiento”. En muchos casos, después de la separación, las mujeres se convierten en ‘Ferraris’ a nivel profesional.
Esa necesidad de recuperar el control sobre su vida les da la fuerza para lanzarse con más fuerza a sus proyectos personales, a mejorar su carrera o incluso a emprender un negocio. Este proceso de autoempoderamiento puede llevarlas a “alcanzar un éxito profesional que nunca imaginaron que podían tener antes de tomar esa difícil decisión”.
Un divorcio puede destruir, pero también puede construir una vida mucho más rica
Pero, ¿qué es lo que cambia realmente en ellas? Según la abogada, “hay una liberación que se experimenta cuando te sientes libre de la carga emocional que un matrimonio fallido puede traer. Ya no hay miedo a fracasar, porque el divorcio es en sí mismo un proceso de superación”. Después de una separación, las mujeres no solo reconstruyen sus vidas, sino que lo hacen con más fuerza, motivación y claridad. “Lo que antes era un ‘obstáculo’, ahora se convierte en el motor para una vida mucho más rica y satisfactoria”. Esto, explica Elena, es lo que convierte a las mujeres divorciadas en grandes ejemplos de resiliencia y éxito.
Separación de pareja
Sin embargo, Elena también destaca que, mientras las mujeres suelen experimentar este renacer profesional tras el divorcio, el panorama para los hombres es algo diferente. “Los hombres con éxito, sobre todo aquellos que atraviesan un proceso de divorcio, tienden a ser admirados por su estatus, pero no necesariamente por la forma en que han superado su separación”.
“Mientras las mujeres se reinventan y enfrentan un gran reto emocional, los hombres a menudo continúan siendo admirados por su éxito y poder, como si su vida continuara sin mayores cambios”. Esto refleja, según la abogada, la diferencia en cómo la sociedad ve y valora las experiencias de hombres y mujeres después de un divorcio, destacando cómo la adversidad, lejos de romper, puede hacer que las mujeres se eleven a nuevas alturas.