En una entrevista reciente para La Vanguardia, la psicóloga Júlia Martí, experta en autoexigencia, recalcó que las experiencias vividas en la infancia y la adolescencia marcan profundamente a las personas. Tal como explicó, hay episodios que dejan huella, como no haber recibido la atención necesaria por parte de nuestros padres, haber sido juzgados o criticados por ser quienes somos o haber vivido situaciones injustas.
Para concienciar a su audiencia sobre el tema, la autora de Mujeres que se exigen demasiado compartió recientemente en su cuenta oficial de Instagram un análisis de la película Matilda, film que narra la historia de una niña 'con poderes' que nació en el seno de una familia disfuncional.
En su reflexión, la terapeuta explicó que, al revisionar la película con perspectiva, se dio cuenta de que Matilda no era una niña independiente, sino solitaria a la fuerza: ''Desde muy pequeña aprendió que no podía contar con sus padres, quienes no la veían, no la escuchaban y no la cuidaban, por lo que empezó a hacer sola lo que debería haber hecho con un adulto: prepararse el desayuno, ir a la biblioteca, hacer los deberes... Madurar fue su única opción''.
En el caso de la protagonista de la cinta, Martí señaló que su autoexigencia nació del abandono, ya que, cuando no tienes a nadie que te cuide, empiezas a regularte a ti misma y aprendes a no necesitar a otros para evitar la frustración.

Júlia Martí, psicóloga
''Cuando la realidad te ignora, tu mente crea un mundo donde importas. Matilda desarrolló superpoderes, pero quizás no eran reales. Eran la expresión de una niña sola que necesitaba sentir que valía, que tenía algo especial, en una casa donde no era vista ni cuidada'', expresó la creadora de contenido en el post.
En su reflexión, Martí destacó el personaje de la señorita Honey, una figura cuidadora, amorosa y constante, que no le exige rendimiento ni perfección a la pequeña y que le ofrece seguridad emocional.
Supervivencia emocional
A modo de conclusión, la psicóloga señaló que la autoexigencia no siempre nace del perfeccionismo, sino que a veces surge de la supervivencia emocional: ''De haber crecido sin red, de aprender que, si tú no lo hacías, nadie lo haría y que equivocarte no era una opción, porque no había quien sostuviera tu error''.
''Matilda es solo una peli, pero hay millones de niños y niñas en el mundo en su situación. Ojalá encuentren una señorita Honey que les haga sentir especiales y queridos'', sentenció la creadora digital.