El calor aprieta, las playas se llenan y nos lanzamos al sol como si no hubiera consecuencias. Pero después de unas horas bajo el rayo más directo del año, llega lo inevitable: piel roja, ardor, escozor… y ese clásico pensamiento de “igual me pasé un poco”. Las quemaduras solares no solo duelen —también son una señal clara de que nuestra piel está pidiendo auxilio. Y lo que hagamos (o dejemos de hacer) en las primeras 24 horas puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida o un daño duradero.
Nada de agua caliente y usa ropa suelta y de algodón, tu piel no quiere roces, tu piel necesita espacio

Una quemadura severa provocada por la exposición al sol
Reme Navarro, farmacéutica, nos recuerda qué hacer, qué evitar y por qué el aftersun no es un lujo, sino una necesidad cuando el sol se pasa de la raya. “Si te has quemado con el sol, tu piel no quiere roces, ni mantequilla, necesita hidratación, descanso y mucha calma,” advierte. Y no solo hablamos de cremas: “Hidrátate como si hubieras corrido un maratón. Agua, agua y más agua. Tu piel te lo está pidiendo a gritos”.
Además de hidratar la piel por dentro y por fuera, Reme Navarro también recomienda aplicar compresas frías, nunca hielo directo, ya que puede dañar aún más la piel, para aliviar la sensación de ardor. El descanso también es clave. Si te has quemado, tu piel necesita tiempo para recuperarse, así que lo mejor es mantenerse alejado del sol durante unos días, por mucho que apetezca volver a la piscina o la playa.
No te pongas hielo directo, nada de automedicarse y tampoco exfolies, ni intentes frotar la piel
Y por último, nada de prendas ajustadas o sintéticas. La piel quemada está sensible e irritada, así que lo ideal es usar ropa suelta, ligera y de algodón, que permita que la piel respire sin sumar más molestias. “Tu piel necesita espacio”.
Y, aunque parezca obvio, también hay cosas que nunca deberíamos hacer cuando la piel está quemada. Nada de reventar ampollas: aunque molesten, son una barrera natural de protección y romperlas solo aumenta el riesgo de infección. Olvídate también de los remedios caseros, por muy tradicionales o virales que sean —nada de mantequilla, pasta de dientes, vinagre o yogur—; pueden irritar aún más la piel y empeorar la quemadura.
Evita a toda costa productos con alcohol o perfumes, como colonias o ciertos geles, porque resecan la piel y la hacen más vulnerable. Y sobre todo, no vuelvas a exponerte al sol mientras la piel siga roja o lesionada. Forzar una piel dañada solo prolonga el malestar y aumenta el riesgo de lesiones permanentes como manchas o cicatrices.

Una doctora mide la quemadura por el sol de un hombre en el brazo
Consecuencias de las quemaduras de sol
Las quemaduras solares tienen tanto consecuencias inmediatas como a largo plazo. Los efectos inmediatos, dentro de las primeras 24 horas tras la exposición solar, incluyen enrojecimiento de la piel, dolor y malestar, inflamación y, dependiendo del grado de la quemadura, ampollas, fiebre, escalofríos y debilidad. Pero a largo plazo las quemaduras solares son aún más preocupantes. Si se dan repetidamente, pueden aumentar el riesgo de desarrollar melanoma, carcinoma de células basales y carcinoma de células escamosas.
El bronceado se va, pero las manchas y el daño solar se quedan
También envejecimiento prematuro, como manchas o arrugas, cataratas, aumento de brotes de herpes labial en personas sensibles a ello, y en algunos casos, las quemaduras solares pueden empeorar afecciones médicas. Por eso es fundamental recordar que incluso una quemadura solar leve no es inocente: puede dañar la piel y aumentar el riesgo de problemas a largo plazo, como manchas, envejecimiento prematuro o incluso cáncer de piel.
Y si lo que buscas es broncearte o lucir un tono de piel más moreno este verano, hazlo con cabeza y sin prisas. El color bonito no tiene que doler. Usa siempre protector solar de alta protección, reaplica siempre cada dos horas (o después del baño), y evita las horas centrales del día. Recuerda que el bronceado saludable no existe si va acompañado de quemaduras, y que cuidar tu piel hoy es la mejor forma de que luzca bien mañana.