En una de sus últimas intervenciones en el programa Atrévete de Cadena Dial, el nutricionista Luis Zamora ha puesto sobre la mesa los beneficios que tiene congelar el pan.
Una práctica bastante común y que, según afirmó, tiene efectos directos sobre el índice glucémico del alimento. “Congelando el pan se amortigua uno de los principales problemas que se le ha asociado siempre al pan blanco, que es el índice glucémico muy alto”, señaló el experto.
'Nutriman' explicó que cuando se consume pan blanco recién hecho, la glucosa en sangre tiende a elevarse con rapidez, generando un pico brusco seguido de una caída igual de rápida. Sin embargo, al congelar el pan, “esa subida es mucho más larga en el tiempo, más amortiguada y la bajada también es más amortiguada”.
Este efecto se debe a la transformación del almidón en “almidón retrógrado”, una forma más resistente que el cuerpo digiere con menor facilidad, lo que ayuda a evitar picos de azúcar en sangre.
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Luis detalló que también ocurre con otros alimentos ricos en almidón como el arroz y la pasta. “Transformamos parte del almidón cuando congelamos; se convierte en almidón retrógrado, con lo cual engorda menos ya que hay parte que el cuerpo ya no es capaz de digerir y pasa al intestino”, explicó. Y si además se trata de pan 100% integral, “ese pan es la bomba”, subrayó.

Congelar el pan y después tostarlo es bueno para nuestra salud intestinal
Sobre los tiempos de conservación, el nutricionista lo especifica de manera clara: “Panecillos blancos, panes blancos… tres meses. Macarrones, pues también otros tres meses. Si el pan es integral, incluso seis meses, y el arroz blanco también entre tres y seis meses podría estar congelado y no pasaría nada”.
Como tip adicional, recomendó tostar el pan después de congelarlo: “se está viendo que este efecto se ve potenciado”, concluyó.