En los últimos años, numerosos psicólogos y expertos en salud mental han reflexionado sobre las relaciones de pareja y sobre cómo deberían actuar ambas partes para alcanzar el bienestar emocional común.
Siempre se habla de mantener una buena comunicación, priorizar la honestidad y cuidar al otro para protegerlo de cualquier mal. Sin embargo, no existe un manual de instrucciones para ser un 'buen novio', ya que cada persona es un mundo y cada caso, único.

Pareja discutiendo
En una de sus últimas publicaciones en redes sociales, el psicólogo Luis Miguel Real abordó una cuestión concreta dentro de las relaciones de pareja: cuando uno de los integrantes cambia su actitud y personalidad para adaptarse al otro, sin considerar las consecuencias que este comportamiento pueda tener.
Según su opinión profesional, cuando una persona siempre cede y se adapta en una relación, mientras la otra se limita a estar cómoda sin hacer el menor esfuerzo, se genera un desequilibrio que puede derivar en una situación peligrosa y poco saludable.
Ojito con las relaciones donde una persona siempre cede, siempre se adapta, siempre se dobla… y la otra vive la mar de cómoda sin mover un dedo. Porque eso, aunque lo disfracen de amor, flexibilidad o “yo soy así”, se llama desequilibrio. Y no es sano.
— Luis Miguel Real 🧠 Psicólogo (@LuisMiguelReal4) June 27, 2025
''Si tú siempre estás diciendo que sí, que no pasa nada, que puedes esperar, que te da igual el plan mientras el otro esté feliz, pero luego te cuesta horrores pedir algo, pedir tiempo, pedir espacio, pedir cariño… algo no va bien. Es como jugar a un deporte donde tú corres todo el campo y el otro ni se despeina. La cosa se pone fea cuando incluso te acostumbras. Cuando interiorizas que 'mejor no digo nada, porque total, no va a querer' o 'para qué insistir, si siempre se hace lo que él quiere''', explicó el autor de No pienses en un oso verde.
En el hilo que escribió en X, el terapeuta señaló que, muchas veces, una de las partes termina convirtiéndose en un personaje secundario de su propia relación. ''Si solo una parte se adapta, la cuerda se tensa… y se rompe. No se trata de llevar la cuenta de favores como si fuera un Excel emocional, pero sí de notar que ambas partes están dispuestas a ceder, a escuchar'', expresó el psicólogo.
Mantener una buena comunicación
A modo de conclusión, Real explicó que, para salir de una situación así, la persona que está cediendo debe alzar la voz, aunque le tiemble, para expresar cómo se siente, ya que esperar a que la otra parte se dé cuenta por sí sola nunca termina de funcionar. ''Porque adaptarse no debería ser sinónimo de desaparecer'', sentenció el experto en la plataforma de Elon Musk.