Nuestro bienestar es esencial para proseguir en el día a día. En una sociedad cada vez más difícil de gestionar, tanto el cuerpo como la mente deben estar preparados para afrontar cualquier ocurrencia, de día y de noche. Sin embargo, la cabeza es a menudo un elemento olvidado. Tan pronto como nos despistamos, podemos encontrarnos sintiendo dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones.
Las relaciones sociales son uno de los aspectos más complicados de gestionar, sea por el peligro de la toxicidad o por la incapacidad de la otra persona de hacerse cargo de sus responsabilidades. Un asunto sobre el que reflexionó el doctor José Carbonell, licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra y afincado en Palma de Mallorca. En esta ocasión, el experto reflexionaba sobre la problemática de no saber estar solo o en pareja.
“Hay personas que no saben estar solos, hay personas que necesitan estar en pareja, hay personas que son capaces de convertirse y transformarse en aquella persona ideal, para la persona con la que está con tal de no estar solas. Hay personas que quieren amar a toda costa y luego se sorprende de que las relaciones no funcionen. Hay personas que no pueden amar, que no tienen la capacidad de amar, sin embargo, no saben estar sin estar en pareja”, exponía.
“Y esas personas luego sufren el hecho de que ven que intentan sacar adelante una relación de pareja y no funciona esa relación de pareja. Una relación de pareja necesita sobre todo que tú te conoces a ti mismo, que tú sepas qué es lo que quieres y que no te sientas incómodo con el hecho de expresar cuáles son las cosas que a ti te gustan y las cosas que tú esperas de la persona con la que estás. Es muy importante sobre todo partir de la honestidad en esa relación de pareja y no desde la necesidad”, añadía.
Comunicación por ambas vías
“Y lo más importante es que cuando estás en esa relación de pareja tiene que haber una fluidez, tiene que poder estar de acuerdo en estar en desacuerdo en cosas y entender y respetar que cada persona tiene sus espacios. Pero hay veces que las personas tenemos tendencia a hacer lo imposible para que la relación funcione a costa de nuestra felicidad, a costa de nuestra identidad y luego las relaciones no funcionan”, insistía.
“Porque es muy difícil hacer que una relación se sostenga sobre unos cimientos tan endebles, unos cimientos donde se basa en el hecho de que lo que toca es estar en pareja, lo que toca es amar a toda costa. Por consiguiente, creo que es muy importante que sobre todo con los años, con la madurez, pensemos que una pareja se tiene que basar sobre todo en la confianza, sobre todo en la comunicación y sobre todo en poder presentarse cómo eres realmente para que esa relación funcione en el tiempo”, concluía.