Se ha hablado y debatido mucho en los últimos años de la necesidad (o no) de estipular una edad máxima para coger el coche. Pues bien, de esto precisamente va el vídeo de Elena Monje que se ha viralizado en redes sociales.
La farmacéutica asegura que en su lugar de trabajo se encuentra con mucha gente con problemas de visión, oído y, lo que es más preocupante, incluso demencia. Y el problema viene cuando muchas de estas personas han acudido usando su coche.
Elena hace hincapié en la extrema dificultad que supone decirle a un familiar o ser querido que ya no está en condiciones de conducir, puesto que supondría aceptar que se está empezando a perder cierta autonomía, pero asegura que es necesario.
“Van muy lento, frenan en seco, a veces no saben hacia dónde van...”. Estas son algunas de las cosas que ha notado Elena y que conllevan un claro peligro en términos de seguridad vial, pero el problema está en que les siguen renovando el carnet.
Elena Monje
“Nadie se atreve a decírselo a sus abuelos o familiares”
Si bien todos estos condicionantes están claros, estipular una edad máxima a la cual se debería dejar de conducir es un tema peliagudo. Ya no solo eso, sino que podríamos debatir largo y tendido si es una cuestión de edad o de capacidades.

