El verano es una época asociada al disfrute para muchas personas. Durante esta temporada llegan las ansiadas vacaciones, se hacen más planes con los amigos y la familia, así como más actividades al aire libre. Y, como método para combatir las altas temperaturas, las piscinas y las playas se convierten en el refugio de muchos. Sin embargo, esta época no es tan optimista y alegre desde el punto de vista del cabello. De hecho, en estos meses suele ser cuando más estrés y daños sufre la melena. Por ello es muy común que se produzca una caída de cabello después del verano, que este se vea apagado, seco o dañado, y que haya que acabar optando por cortar por lo sano. El principal motivo de esto tiene que ver con un clásico error: no cuidar el pelo en verano. Lo que implica proporcionales ciertas atenciones especiales y brindarle medidas de protección para combatir los efectos del sol, el agua con cloro o sal o los lavados más frecuentes.
La consecuencia de estos descuidos es el daño en la cutícula del cabello, cuando esto sucede, el pelo se debilita y es más susceptible a romperse o partirse. Además, puede apreciarse fácilmente al surgir otros problemas, como la sequedad o el encrespamiento. “El resultado es un pelo opaco, áspero y con puntas abiertas”, señala Claudia Bernárdez, dermatóloga y especialista en Tricología. Pero esto se puede evitar. Para ello, lo único que hay que hacer consiste en adoptar una serie de hábitos y cuidados para proteger la salud y el bienestar de la melena, a la vez que se aprovecha al máximo el verano.
¿Cómo proteger el cabello durante el verano?
Una de las claves para cuidar el cabello durante el verano, según apunta la dermatóloga Claudia Bernárdez, tiene que ver con la nutrición de este. Para ello, las mascarillas y los aceites se convertirán en grandes aliados, ya que ayudan a sellar y proteger la cutícula. Al hacer uso de estos, que pueden estar basados en ingredientes altamente hidratantes como el argán o el coco, se previene la rotura del pelo y se logra un aspecto más brillante y una textura suave. En cuanto a este aspecto, la especialista desmiente el mito acerca de que nutrir el pelo pueda acabar por engrasarlo. “Si eliges bien el producto y lo aplicas bien, no engrasa ni quita volumen”, asegura.
Para aplicarlo adecuadamente hay que limitarse a los medios y puntas, evitando la raíz del cabello. Igualmente es importante emplear una cantidad generosa del producto, pero no pasarse. Además, aconseja hacer uso de dos cepillos distintos para medios y puntas y para el cuero cabelludo, para evitar que se produzca un arrastre del producto.
Otra recomendación de la experta está relacionada con los lavados. Al ser más frecuentes, Claudia Bernárdez aconseja optar por champús que sean eficientes pero más suaves. Esto permitirá que limpien los restos de suciedad y el exceso de sebo para mantener el cabello fresco, pero sin dañarlo. Una adecuada higiene del cabello es uno de los factores más determinantes para su salud, según afirma la Universidad de Harvard. A lo que hay que sumar una adecuada alimentación rica en nutrientes y la cuidadosa elección de productos, como el champú.