La dermatóloga Ana Molina ha querido poner el foco en cómo el sol es capaz de dañar el cabello. Aunque es común preocuparse por la protección solar de la piel, la experta recuerda que la melena también sufre con la exposición prolongada.
“Si tu melena se aclara con el tiempo, es por la pérdida de melanina”, señaló, dejando claro que el sol no solo afecta el color, sino también la calidad del pelo.
La pérdida de melanina, el pigmento que da color, explica ese cambio hacia tonos más claros, especialmente en los meses de verano.
En la charla, Ana puso de ejemplo lo sucedido en un reality de televisión. “El otro día no sé si viste Supervivientes, pero salía uno de ellos... ponían la foto de antes de entrar, el pelo negro, negro como el tuyo Marian, y cuando salió, rubio, rubio, rubio”, comentó.
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Sin embargo, detrás de ese aparente “look de mechas surferas”, se esconde un cabello dañado: “El sol daña la queratina y daña la melanina, destruye el color del pelo y destruye la queratina. Por lo tanto, el pelo se vuelve tosco, estropajoso”.
La especialista también se refirió al auge de productos capilares con fotoprotección, como los sprays protectores. Aunque valora el interés por cuidar el cabello, advirtió que estos productos no siempre garantizan una cobertura efectiva.

Los sombreros son una buena forma de mantener el pelo protegido del sol
“Es muy difícil cubrir toda la superficie de nuestro cabello”, apuntó. Por eso, recomendó una solución mucho más sencilla y efectiva: “Lo más fácil es usar un gorro, un buen gorro, un buen sombrero”.
Por último, Ana explicó por qué el daño en el pelo no se percibe como tan grave como el daño solar en la piel. “Al fin y al cabo, el pelo está muerto. Es decir, el pelo no va a producir un cáncer de pelo a largo plazo”, aclaró.